Todos recordamos a Bob Saget como ese padre de familia abnegado y bonachón de Padres forzosos, pero lo cierto es que el cómico era una de las personas más malhabladas y divertidas de la industria, que, en su día, durante el rodaje, recibió quejas constantes de los padres de Mary-Kate y Ashley Olsen por no controlar su lenguaje nunca. ¿La verdad? Le adoraban. Y eso que, según cuentan, Saget se fue entristeciendo más y más a medida que pasaban las temporadas por no reflejar su estilo humorístico. ¡Uno nunca elige lo que le hace famoso!
Comedia al cuadrado
Quien sí se salió con la suya fue Dave Coulier, "tío Joey", que hacía de cómico de stand-up antes de que en España supiéramos qué demonios era el stand-up. Lo cierto es que era su trabajo antes (y después) de Padres forzosos, aunque también ha hecho trabajos como actor de voz y muy brevemente en episodios contados de series de televisión. Sin embargo, dio un toque perfecto a su personaje casi sin esforzarse.
Cuando estaban preparando el piloto de Padres forzosos, el creador de la serie, Jeff Franklin, no terminaba de decidirse por ningún apellido para el personaje de Coulier. Este le dijo "¿Qué te parece Gladstone?". El showrunner aceptó sin saber que era una referencia a la marihuana. De hecho, Coulier solía decir "I'm Glad that I'm Stoned" ("Estoy contento de estar colocado"). Seguro que Saget tenía algo que decir al respecto.
Coulier, junto con el resto de actores principales de Padres forzosos (con la excepción de las gemelas Olsen) aparecieron regularmente en Madres forzosas, aquella secuela tardía de Netflix que, pese a su estilo anticuado, se convirtió en un éxito que duro sus buenas cinco temporadas y cerró, ahora sí, la franquicia para siempre. A no ser que alguien la, bueno, fuerce otra vez.