El cine bélico tiene algunas joyas que no son demasiado conocidas, pero que son auténticas obras maestras. Una de estas películas que nos cuesta recordar o que ni siquiera sabemos que existen es la que dirigió Kevin Reynolds en 1989. Se trata de un filme de acción y drama ambientado durante la ocupación de Afganistán. Es, sin duda, uno de los títulos que debes ver, al menos, una vez en tu vida.
La bestia de la guerra se ambienta en el año 1981, durante los combates de la Unión Soviética contra la resistencia afgana. En uno de estos conflictos, un tanque soviético se queda apartado de su batallón. No hay salida: está en medio del desierto y a merced de los afganos. Además del problema externo, dentro del tanque hay otro conflicto: los miembros de la tripulación tienen a un comandante, Dakal, que se comporta de forma sádica.
Uno de los soldados, Koverchenko, es el único que se atreve a plantarle cara. El resultado: le abandonan en un lugar inhóspito.
La mejor película de guerra según Steven Spielberg: casi nadie conoce la epopeya de dos horas y mediaProtagonizada por Jason Patric, George Dzundza y Stephen Baldwin, La bestia de la guerra es una película diferente desde su origen porque es una adaptación de una obra de teatro. Sí, como lees. William Mastrosimone escribió el guion del filme, pero antes ya había convertido la historia en una obra de teatro titulada Nənawā́te.
UN FRACASO COMERCIAL
La bestia de la guerra fue un fracaso comercial rotundo. Costó unos 8 millones de dólares, pero solo recaudó más de 161.000 dólares. Pese a esta cifra tan terrible, la película se ha ido ganando con el tiempo entrar en la lista de clásicos de culto.
Reynolds, el director, llevó a la gran pantalla este filme antes de Robin Hood: Príncipe de los ladrones (1991). En 1995 se colocó detrás de las cámaras de una película que destruyó su carrera: Waterworld. El filme, protagonizado por Kevin Costner, llegó a los cines tras la publicación de informaciones que hablaban de los problemas que hubo durante el rodaje: la actitud de Costner, el presupuesto hinchado... Costó 175 millones de dólares, pero recaudó solo 88 millones de dólares. En definitiva, un fracaso que afectó terriblemente a su director.
Aunque Reynolds siempre es recordado por lo ocurrido con Waterworld, lo cierto es que La bestia de la guerra es un filme que merece ser valorado.
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