Tom Hardy no sólo es uno de los actores más cotizados de Hollywood, sino también la estrella de varias franquicias de éxito. Fue visto como Venom en dos éxitos de taquilla de Marvel (la parte 3 se estrena el 24 de octubre), en El Caballero Oscuro dando vida a Bane y, por supuesto, también interpretó el papel principal en, quizás, la mejor película de acción de la historia del cine como es Mad Max: Furia en la carretera.
En los últimos años, se rumorea que el nombre del actor aparece como favorito para dar vida a James Bond. Pero sus comienzos fueron bastantes difíciles. Hardy tuvo su segundo papel cinematográfico en una gran superproducción de ciencia ficción, pero ésta fue también la responsable de poner fin (temporalmente) a una saga legendaria.
Star Trek: Némesis fue la décima película en cines de Star Trek estrenada en 2002. Patrick Stewart hizo aquí su última aparición cinematográfica hasta la fecha como el Capitán Jean-Luc Picard, su papel más icónico, que luego se retomó en la serie Star Trek: Picard en 2020.
Además de actores ya conocidos de la saga como Jonathan Frakes y Brent Spiner, también hubo algunas incorporaciones nuevas a Star Trek: Némesis, incluido el recién llegado Tom Hardy, que hasta entonces solo había tenido pequeños papeles como en Hermanos de sangre o la película Black Hawk derribado y ahora daba vida al villano de Star Trek: Nemesis como el clon de Picard, Shinzon.
Pero la película resultó ser todo un desastre. Con un presupuesto de 60 millones de dólares, Star Trek: Némesis recaudó solo 67 millones en taquilla, convirtiéndose en el mayor fracaso de la aclamada saga de ciencia ficción.
En sus memorias, Patrick Stewart recordó la impopular película que provocó que la franquicia fuera descartada (antes de que J.J. Abrams la reviviera con éxito con un nuevo equipo y un nuevo enfoque en Star Trek de 2009). Y el actor no tiene muy buenas palabras para Tom Hardy.
Es el único villano de Marvel que ha tenido éxito con su saga y su secuela llega este año: Es la última vez del personajeStewart describe al actor como un “chico extraño y solitario que nunca interactuó con ninguno de nosotros a nivel social. Nunca dijo 'buenos días' ni 'buenas noches' y pasó las horas que no era necesarias en su camerino con su novia. No era hostil de ninguna manera, pero era difícil entablar una relación con él”.
Según Stewart, después de que Tom rodase su escena final, abandonó el estudio “brusca y groseramente” simplemente saliendo por la puerta sin despedirse (según informa Insider):
Cuando cerró la puerta, les dijo en voz baja a Bren Spiner y Jonathan Frakes: 'Y aquí va alguien de quien probablemente nunca volveremos a saber nada'. Sólo puedo alegrarme de que Tom haya demostrado que estaba equivocado
