Si alguna vez has explicado un juego de mesa y has descubierto que el grupo no ha entendido una sola palabra, sabrás lo frustrante que es la frase "¡Aprendemos mientras jugamos!". ¿Es que no hemos visto Jumanji? ¡Allí aprendían mientras jugaban, y mira cómo les salió el experimento! Lo cierto es que Hollywood tampoco lo ha puesto fácil para aquellos que nos dedicamos a enseñar las reglas de los juegos de mesa, pervivirtiéndolos aún más en sus películas. Y sí, sé que estáis pensando en Cluedo, pero aún hay otra más antes...
Tirando dados
Antes de esa fabulosa gamberrada que fue Cluedo (con sus finales distintos, dependiendo de a qué sesión fueras), el público pudo ver Tag: el juego asesino, una comedia de acción con Linda Hamilton y David Carradine basada en el juego Assassin, que se juega al aire libre durante varios días y en el que la clave es acabar con el grupo enemigo, uno a uno. Pero si piensas en un juego de mesa llevado al cine, aunque sea paradójico, piensas en Jumanji... que está basada en un libro infantil.
Y que, además, podría haber acabado en diez minutos si, en lugar de correr, se hubieran dedicado a tirar los dados hasta el final. Y no solo eso: ni siquiera necesitaban estar dentro de la casa porque el juego podía jugarse en cualquier lugar. ¡Ni siquiera necesitaban que todos los jugadores estuvieran sentados en el tablero, solo aquellos que tenían que tirar el dado! En toda la partida hay un total de nueve tiradas de dado y un intento de engañarle. Si en lugar de discutir y parar hubieran tirado dados sin parar hubieran ganado en tiempo récord.
Claro, que entonces... no habría película. ¿Qué gracia tendría ver a unas personas jugando a un juego de mesa muy rápido durante diez minutos para después volver a su vida normal? En Jumanji: Bienvenidos a la jungla evitaron este problema convirtiendo el juego de mesa en un videojuego, pero, todo sea dicho, a cambio les faltó ese toque vintage incomparable. Y ahora que lo sabéis, por favor: ¿Vais a escuchar bien las reglas cuando os las están explicando? Puede ser cuestión de vida o muerte.