Probablemente una de las películas más elogiadas de Samuel Fuller, Uno Rojo: División de choque, es considerada una de las mejores películas jamás producidas sobre la Segunda Guerra Mundial, aunque la realidad es que es precisamente de las más conocidas. El director y guionista, quien había estado al servicio de la Infantería del Ejército de los Estados Unidos durante el conflicto bélico, puso al servicio de su obra todos sus conocimientos y experiencia militar, lo que acabó derivando en que el filme fuese muy elogiado por parte de la crítica.
En Rotten Tomatoes, de hecho, The Big Red One -título original- tiene una puntuación de 90% y, con el paso del tiempo, se ha reconocido que la película fue menos valorada de lo que merecía y pasó desapercibida injustamente. A pesar de sus virtudes, la acogida de la película en su estreno en 1980 fue bastante tibia, con poco más de 7 millones de dólares recaudados. Además, la versión de la película que llegó a los cines no fue la original de Fuller, sino un corte editado en el que se habían eliminado varias escenas. 24 años después, ya con el cineasta fallecido, la versión original de la película, sin cortes y 40 minutos más larga, se proyectaría en el prestigioso Festival de Cine de Cannes.
En el elenco de Un Rojo: Division de choque convergen grandes estrellas, como la leyenda del wéstern Lee Marvin (El hombre que mató a Liberty Valance) y uno de los actores más queridos de Star Wars, Mark Hamill, que venía de adquirir fama internacional con su papel de Luke Skywalker en la entonces recién nacida saga de George Lucas. Asimismo, Robert Carradine, Bobby Di Cicco y Siegfried Rauch completaban el reparto.
1942: Un sargento experimentado del ejército estadounidense (Marvin) desembarca con sus tropas (entre ellas los personajes interpretados por Hamill, Carradine, Ward y Di Cicco) en Argelia para enfrentarse a la Wehrmacht, que domina allí. Después de duras pero finalmente exitosas batallas, los soldados se deshacen de los ocupantes alemanes también en Sicilia y, a continuación, participan en el Día D, el desembarco aliado en Normandía.
Entre todas estas batallas, los combatientes, que ahora han crecido juntos para formar una unidad muy unida, hablan de sus anhelos y de la vida en su tierra natal, que durante mucho tiempo les pareció un mundo diferente. Pero antes de que el brutal conflicto termine tres años después, todavía les queda mucho por delante: sufrirán una emboscada, perderán trágicamente a sus camaradas y tendrán que liberar un campo de concentración.
La película de 1980 es un resumen semiautobiográfico de las experiencias personales de su director y guionista, cuya unidad de infantería se llamaba precisamente 'The Big Red One'. En entrevistas posteriores, Fuller reconoció que el personaje de Carradine era una especie de alter ego y que su obra era una especie de homenaje a sus camaradas caídos.
Así, cuando el estudio le quitó la película de las manos después del rodaje para reducir el corte propuesto por Fuller, el cineasta quedó devastado. Durante el resto de su carrera así lo reivindicaría, pero desafortunadamente la reconstrucción tardía se produjo cuando Fuller ya no estaba vivo para verla.