Durante El retorno del jedi, en 1983, Leia le dice a Luke que tiene algunos recuerdos de su madre (algo que, como ahora sabemos, no es posible, pero bueno). No es una línea puesta al azar: George Lucas había creado toda una historia para la madre de los personajes mientras escribía los episodios originales, pero al final no sabía dónde meterla y se la guardó para el futuro. No imaginaba que tardaría 16 años en hacer otra película de Star wars, cuando en 1999 se estrenó La amenaza fantasma y por fin pudo mostrar a Padmé Amidala como es debido.
Un estruendoso aplauso
Cuando Natalie Portman fue escogida como un personaje clave de la trilogía de precuelas, ella se emocionó muchísimo... hasta que se dio cuenta de que realmente no había visto todavía ninguna película de la saga. Se puso la trilogía original y trabajó con Lucas en el acento y el tono de voz de su personaje durante meses para crear un personaje inolvidable, pero si por algo es recordado es por sus increíbles trajes y un maquillaje icónico fruto del propio lore de la saga: la sociedad galáctica era, según el director, más sofisticada entonces que en tiempos de Luke Skywalker.
Y, por supuesto, esta variedad de vestidos ha dado lugar a que muchas cosplayers sueñen con ser Padmé Amidala por un día. Sin embargo, nadie lo ha conseguido con la fiereza de Alicia, más conocida como The Naboo Senator, que se ha fabricado todos los vestidos de Amidala y va con ellos a distintos eventos. ¡Ah! Y también ha empezado con los de Leia. Porque la galaxia no se va a cuidar sola, ¿no?
@the.naboo.senator
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Natalie Portman, por cierto, ha dicho en alguna ocasión que no le importaría volver a Star Wars, quizá perfectamente consciente de que su personaje falleció al final de La venganza de los sith y traerle de vuelta es imposible sin que los fans se enfaden. Tendrán que conformarse con las intercuelas de Clone Wars, las novelas y los cómics. La Fuerza la acompañará siempre.
