"A Stanley Kubrick no le iban las cosas fáciles ni predecibles", sentencia Alejandro G. Calvo en su más reciente retrocrítica publicada hace unos días en el canal de YouTube de SensaCine y que también puedes ver sobre estas líneas. Al influyente cineasta, fallecido en 1999, le gustaba hacer suyos los géneros y, cuando dirigió una de sus películas más notables y laureadas, El Resplandor (1980), hizo exactamente lo mismo que cuando abordó lo fantástico en su también célebre 2001: Odisea del espacio: apoderarse de los códigos del género para ponerlos a su servicio y brindarle al espectador algo que no había visto nunca. Y que resultó ser una de las mejores películas de terror de todos los tiempos.
Con El resplandor, Stanley Kubrick, reflexiona el crítico y publisher de SensaCine al comienzo de su análisis, "se adueñó del terror cinematográfico para hacerlo suyo, obligando al género a someterse a su particularismo universo solipsista, y proyectarlo así hacia el futuro totalmente renovado y transformado".
Coescrita junto a la novelista Diane Johnson y basada en una de las novelas más famosas del prolífico escritor Stephen King que se había publicado tres años antes, El resplandor se convirtió en la primera película de terror de Kubrick, quien unos cuantos años antes había rechazado hacerse cargo de El exorcista pero que había visto en la obra del novelista la oportunidad perfecta para probar con el género por primera vez. Con la condición, eso sí, de no estar encadenado al material original y poder manejarlo a su antojo.
Protagonizada por Jack Nicholson, Danny Lloyd, Shelley Duvall y Scatman Crothers, entre otros, El resplandor nos conducía hasta el Overlook, un aislado y solitario hotel de montaña al que se trasladaban Jack Torrance y su familia tras obtener este el puesto de vigilante de seguridad con la misión de pasar allí todo el invierno. Lo que Jack no espera es que tanto él como su mujer y su hijo están a punto de vivir la experiencia más terrorífica de sus vidas. Y muchísimo menos que el peor peligro va a acabar siendo él mismo.
Con El resplandor Stanley Kubrick no solo quería hacer una película de terror y sumarse al género que había acumulado varios éxitos en la última década. El cineasta aspiraba a hacer "la película más aterradora que se haya hecho jamás" y, aunque Stephen King tenía firmado con Warner que se reservaba el derecho a escribir el tratamiento de guion en caso de que el libro finalmente se adaptase, Kubrick nunca lo consideró para su película. "El método de trabajo de Kubrick, según Johnson [la escritora contratada para la tarea], fue el siguiente: compró varios ejemplares de la novela y los despedazó, los canibalizó, desmembrándolos, rompiendo hojas y ensamblado en otro orden y con miles de anotaciones aquellas partes que sí le interesaban", cuenta Alejandro entre otras anécdotas en su retro-crítica sobre la película.
Tanto Diane Johnson como Stanley Kubrick aportaron cambios básicos a la novela de Stephen King que hoy se mantienen como iconos absolutos de la película, incluso del terror moderno
Son muchos los cambios que Kubrick aplicó a la obra original de Kubrick, pero, si hay uno que de verdad le tocó el corazoncito a King, es que le dio la vuelta a la esencia de su historia: "Kubrick, y eso es lo que más enfadó a King, le da la vuelta a la novela: Si en ella son los fantasmas, el hotel encantado, los que llevan a la locura de Jack Torrance, en la película la locura siempre ha estado ahí y será ella la que nos lleve al terror sobrenatural". En definitiva, explica Alejandro, "para King los fantasmas son reales, mientras que Kubrick juega con las expectativas del espectador al dudar de las realidad de las apariciones".
Sin embargo, aunque a King le molestase el atrevimiento y no aprobase el resultado final, el efecto que El resplandor de Kubrick tuvo sobre el éxito de la propia obra literaria acabaría siendo innegable.
Como es fácil imaginar, el perfeccionismo y autoridad de Kubrick no solo se hizo notar en el proceso de escritura de guion, sino en todas y cada una de las etapas de la producción de la película. Desde la elección de los actores -él y solo él tuvo claro que Jack Torrance sería Jack Nicholson-, hasta la elaboración y arquitectura de los escenarios, pasando por el uso de técnicas de cámara que hicieron que la estética fuera perfecta y un montaje magistral. La música. Los colores. Absolutamente cada plano. La puesta en escena. Todo es milimétrico en la cinta de Kubrick.
Ahora bien, a pesar de su condición de obra maestra, el impacto que tuvo El resplandor "no fue inminente": "La película fue recibida con críticas ambivalentes, algunas realmente malas. [...] Y no olvidemos que la nominaron a dos Premios Razzie, los anti-Oscar, a Peor Director y Peor Actriz". Afortunadamente, con el paso de los años, la categoría de El Resplandor como una de las mejores películas de terror de todos los tiempos no se discute. Y ahora tienes la oportunidad de verla como nunca antes la habías visto.