Mi hermano fue al cine a ver Midsommar y me dijo que sí o también tenía que ver la película. En ese momento me enamoré de Florence Pugh como actriz, una de las más talentosas de nuestra generación me atrevería a decir junto a nombres como el de Emma Stone, otra de mis favoritas. Sin embargo, como la mayoría de gente, me traumatizó un poco el film por lo crudo que es: esos silencios, el estallido de color, la estética amable en contraste con el tono de oscuridad de todo lo que acontece...
Una maravilla aterradora, así podría definir la cinta, un trabajo que también sirve para denunciar el papel de la mujer en la sociedad y el rol que toma en las relaciones heterosexuales, cómo se minimizan sus problemas y todo aquello que se da por hecho de nosotras. Bueno, una joya que tienes que ver ya de ya si aún no lo has hecho. Eso sí, prepárate bien y hazlo un día en el que estés tranquilita. Sucede lo mismo con otros títulos como Una joven prometedora o Saltburn, ambas de la directora Emerald Fennell. Por cierto, ¿sabías que la escena de la tumba de Barry Keoghan fue improvisada por el actor? Para terminar de flipar.
Como decía, una de las cosas más significativas de Midsommar es el trabajo del color según el momento del film que esté dándose y una de las escenas más icónicas es cuando el personaje de Dani, interpretado por Florence Pugh, acaba encumbrada como la reina de la celebración, no te voy a especificar por qué motivo. En ese momento ella está cubierta de flores, corona incluida, un accesorio que también llevan el resto de mujeres del pueblo.
Midsommar
Midsommar
Y claro, mira qué casualidad que ha participado en un panel de preguntas y respuestas en el Festival de Glastonbury, una de las citas por excelencia del circuito musical internacional que vivió su momento más álgido en los 2000. Por aquel entonces la reina más absoluta del mismo era la modelo Kate Moss. Ahora parece que estos conciertos están de nuevo alzando el vuelo con más fuerza.
La intérprete apareció en el evento con un vestido negro con escote "halter", aberturas a los lados y transparencias en forma de estrellas. Pero claro, toda la atención del "outfit" se la llevó una corona de flores muy similar a la que tanto ella como el resto de las mujeres y chicas que participan en la festividad de Midsommar lucen en el largometraje del director Ari Aster.
Eso sí, en esta ocasión el final de la cita fue mucho más amable que el de la película. Aunque si te digo la verdad, como mujer, si es lo que eres, ¿no te resultó un pelín satisfactorio y casi te dieron ganas de justificar una violencia totalmente injustificable? Y mira, que digo esto en el plano de la ficción y la fantasía que es el cine, ¿eh? En la realidad para nada de nada. Ya está, ya me callo, que es lunes y divago más de la cuenta.
