Poco a poco, sin aspavientos, con películas que calan hondo y que han llegado a tener un estatus de culto, el director estadounidense Jeff Nichols ha ido haciéndose un hueco privilegiado en la complicada industria hollywoodense. En su haber se pueden hallar películas tan notables como Take Shelter, Mud, Midnight Special o Loving. Y ahora, el 12 de julio, estrena en las salas de cine Bikeriders. La ley del asfalto, con un reparto estelar y sobre la cultura motera.
A la película motera de culto por antonomasia, Easy Rider, se le une otra cinta que en el futuro seguramente miremos como otro referente del mundo de los moteros y la contracultura. En Bikeriders. La ley del asfalto nos trasladamos a la década de los años sesenta y a un club de moteros en pleno ascenso, Los Vandals. En solo diez años, Los Vandals pasan de ser el lugar de reunión de moteros locales y forasteros a convertirse en un espacio siniestro, una amenaza a su habitual convivencia pacífica.
El reparto perfecto para sumergirnos en la cultura motera
Uno de los principales atractivos de la cinta, sin contar el hecho de venir firmada por un talentoso director, es su reparto. Y es que en Bikeriders verás juntos a Jodie Comer (Killing Eve), Austin Butler (Elvis), Tom Hardy (Mad Max: Furia en la carretera), Michael Shannon (Animales nocturnos) —actor fetiche de Jeff Nichols—, Norman Reedus (The Walking Dead) —amante de las motocicletas en la vida real— y Will Oldham —cantautor de culto— .
Nichols asegura que a lo largo de su carrera siempre ha intentado encontrar un tema universal para todas sus películas. “Creo que si existe un pensamiento universal en el corazón de la historia es posible hacer una película muy personal, incluso situarla en una zona específica que tocará a un público muy amplio y diverso. Bikeriders. La ley del asfalto habla de la búsqueda de la identidad”.
La película está basada en una novela de culto, publicada en 1968 por Danny Lyon, de título The Bikeriders. "Me topé con el libro de Danny Lyon hace 20 años y reconozco que se convirtió en una obsesión […] Era el mejor libro que había leído jamás", prosigue Nichols. "Pensé inmediatamente en hacer una película que captara esa sensación y que pudiera llegar a un público muy amplio. Espero que lo consiga".
Más allá de un retrato sobre 'outsiders'
Eso sí, la cultura motera no es lo suyo. "No crecí con una moto, nadie de mi familia tenía moto. Me intimidaban. Entonces, los moteros daban miedo. A veces intentaba vender una posible película sobre un club de moteros y me contestaban que estaba muy bien, que lo hiciera, pero siempre se quedaba en nada". Esto no le ha impedido hacer una película que va más allá que el retrato de una panda de outsiders en la década de los sesenta.
"Esta idea de la búsqueda de la identidad con la subcultura tan complicada, colorida, peligrosa y atractiva como la cultura motera estadounidense me pareció una buena receta para una película que llegara a mucha gente".
"El Padrino' de las películas de moteros"
Bikeriders. La ley del asfalto ha sido muy bien recibida por la crítica internacional, tal y como ocurriera con los anteriores trabajos del director. En Variety, por ejemplo, la definen como "el Padrino de las películas de moteros". Telegraph, por su parte, destaca sus "interpretaciones extremadamente carismáticas, el elegante trabajo de cámara, una violencia bárbara y una banda sonora que pone la piel de gallina" Y The Hollywood Reporter, para terminar, la describe como "una preciosa y brutal carta de amor a los inadaptados".
Si te apetece sumergirte en esta subcultura típicamente norteamericana de la mano de uno de los mejores directores del Hollywood adulto actual, no te pierdas, solo en cines desde el 12 de julio, Bikeriders. La ley del asfalto.