Ridley Scott es el director de algunas de las películas que marcaron un antes y un después en la historia del cine. A destacar: Alien (1979), Blade Runner (1983) y Gladiator (2000). Todos estos títulos se han convertido en franquicias, pero Scott solo ha tenido la oportunidad de dirigir una segunda entrega de una de ellas.
Gladiator 2 llega a los cines el 22 de noviembre. La historia se ambienta décadas después de los sucesos ocurridos en la primera entrega. Lucius, hijo de Lucilla (Connie Nielsen) y sobrino de Comodo (Joaquin Phoenix), es un adulto que busca venganza. Paul Mescal protagonista el filme junto a Pedro Pascal, Joseph Quinn y Denzel Washington.
Scott ha podido colocarse detrás de las cámara de Gladiator 2, algo que no pudo hacer con Aliens, el regreso (1986) y Blade Runner 2049 (2017). El cineasta se arrepiente de no haber podido encargarse de ambos proyectos.
2024 tiene otro Barbenheimer: La épica de acción y el musical que combinan como 'Barbie' y 'Oppenheimer'"Fui lento en la casilla de salida", afirma Scott en Vanity Fair. "Quiero decir, debería haber hecho las secuelas de Alien y Blade Runner. Cambias con los años. En ese momento no quería volver a pasar por eso. Entonces llegó James Cameron y luego David Ficnher".
Como bien apunta, Cameron se encargó de dirigir Aliens, el regreso y Fincher de hacer lo propio con Alien³ (1992). No fue hasta el año 2012 cuando Scott tuvo la oportunidad de volver a la saga con Prometheus. Lamentablemente, también por esas fechas, se empezó a hablar de hacer una secuela de Blade Runner.
EL PROYECTO MÁS DIFÍCIL
Blade Runner 2049 contó con Denis Villeneuve detrás de las cámaras. "Me arrepentí, aunque hizo un gran trabajo", afirma Scott sobre el director de Dune. Lo cierto es que Villeneuve también ha hablado sobre lo que supuso para él dirigir la secuela de la que es considerada la obra maestra de la ciencia ficción.
Villeneuve afirmó en THR que Blade Runner 2049 fue "de lejos, uno de los proyectos más difíciles". "¿Por qué hice eso?", se preguntaba. La película era la primera vez que se enfrentaba a adentrarse en un mundo con un canon ya establecido.
De cara a Gladiator 2, Scott no iba a dejar que cayera en otras manos. "Soy el autor de dos franquicias. La mayoría de directores de Hollywood (ciertamente, digamos, a mi nivel) no dejan pasar estas cosas, pero hice Alien como mi segunda película, así que no tuve muchas opciones. Y Blade Runner fue mi tercera película. No tuve otra opción porque tenía socios muy duros. Fue una especie de: 'Bienvenido a Hollywood".
Scott concluye en Vanity Fair que la opción de hacer secuelas allá por la década de los años 80 no existía: "Nunca me lo dijeron ni me lo pidieron. Puedes imaginar que no estaba contento".