Mi primer contacto con Willem Dafoe fue con su papel de Norman Osborn, y Duende Verde, en Spider-Man. De acuerdo al año de estreno de la película, 2002, yo por aquel entonces tenía ocho años y cada verano, cuando llegaba a la cartelera, íbamos al cine en familia para ver cada una de sus partes. Ya entonces me maravilló y aterró a partes iguales el actor gracias a su magnetismo, carisma y a lo enigmático que es. De ahí quizás también el tipo de roles que suele interpretar.
Hace unas semanas ha estrenado Kinds of Kindness, el segundo trabajo de Yorgos Lanthimos en el que participa en menos de un año después de que en 2023 Pobres Criaturas se convirtiera en uno de los títulos de la temporada por el guion, las actuaciones de los protagonistas y, por qué no decirlo, por las polémicas en torno a la trama.
Sin embargo, la vida privada del intérprete dista bastante de lo excéntrico de sus personajes, sobre todo desde que dejó Estados Unidos hace veinte años para instalarse en Roma, ciudad que lo acoge desde 2004 junto a su esposa, la directora, actriz, guionista y productora italiana Giada Colagrande.
Esta historia de amor fue un flechazo con todas las de la ley. Se conocieron precisamente en la capital del país de la boda mientras él estaba rodando The Life Aquatic with Steve Zissou, de Wes Anderson, uno de los directores con los que más le gusta coincidir profesionalmente. Y en menos de un año, como recogen en la edición italiana de Vanity Fair se casaron con solo dos testigos. No necesitaron más para rendir cuentas de su amor.
Fue entonces cuando después de 40 años viviendo en la ciudad de Nueva York, Dafoe tomó la decisión definitiva de mudarse a Roma por amor. Al parecer, como señala la misma publicación y el actor confesó en el programa Live with Kelly and Ryan, a él no le importaba dejar la ciudad estadounidense y ella no estaba por la labor de hacer lo mismo con su hogar, así que él decidió cruzar el charco.
Y si te piensas que Dafoe vive en una de las zonas más caras de la ciudad europea estás muy lejos de acertar. De hecho vive a las afueras de la misma, en una granja, donde además tiene su propio huerto y muchos animales. Y por cierto, es vegetariano: "no como carne porque la ganadería es una de las principales causas de la destrucción del planeta", declaró a la publicación especializada Foodiamo.
En su pequeña Arca de Noé caben gallinas, ovejas, cabras, cerdos y, atención, ¡alpacas! Unos animalitos por los que Willen Dafoe siente pasión: "son maravillosas, con cada alpaca desarrollas una relación única y aprendes sobre su forma de ser", declaró. Además, estas monaditas no solo han conquistado al actor, sino que también se ganaron el cariño de su amigo y compañero de profesión Mark Ruffalo cuando este fue a visitarlo a la granja.