Antes de que supiéramos lo que es un Efecto Mandela (esas cosas que recordamos que hemos visto pero que la realidad nos niega una y otra vez, como si se hubiera abierto una puerta a un universo paralelo), en España tuvimos aquel programa de Sorpresa Sorpresa con Ricky Martin, el perro y la mermelada. Ya sabéis a lo que me refiero. A día de hoy, hay gente que sigue repitiendo que lo vio con total seguridad y que en la repetición dos días después lo borraron. De nada sirve que Concha Velasco lo desmintiera una semana después en 1999: toda España sabía lo que había visto. Aunque fuera absolutamente imposible que lo vieran.
Hacerse mayor
Lo cierto es que esa misma historia es importada de Estados Unidos, donde fue una leyenda urbana en los 80 y 90 recopilada en un famoso libro sobre el tema que, oh casualidad, apareció en 1999, poco antes de la supuesta emisión. Sumamos dos y dos y nos lleva al primer bulo a escala masiva del audiovisual patrio. Pero pasando el charco también tienen un problema con el Efecto Mandela. Más concretamente, con el de la película Big, para el que cientos de personas se han inventado un final alternativo.
Y es que no son pocos los que creen recordar que después de los créditos había una escena más en la que Josh está sentado en clase cuando la profesora les presenta a una nueva alumna, que se da a entender que es Susan, rejuvenecida gracias al poder de Zoltar. Por supuesto, esto deja abierta muchas preguntas (¿Con quién va a vivir? ¿Qué va a hacer a partir de ahora? ¿No es, en el fondo, un final que incita a la pederastia?) y jamás se ha filtrado en Internet, pero los fans de Big están absolutamente seguros de que estaba al final en cines, VHS y hasta en pases para televisión de distintos países.
¡Hay quien ha tenido broncas con su familia defendiendo la existencia de este final! Lo cierto es que algunos rumores indican que el final existió pero en los pases de prueba lo quitaron porque no gustó al público, pero la directora de la cinta, Penny Marshall, ha declarado claramente que jamás se rodó otro final y que son todo invenciones. Hay quien especula, de hecho, con que la gente lo está confundiendo con dos posibles películas muy similares.
Una, De 14 a 30 años en cinco segundos, una TV movie sin mayor repercusión. La otra, Cuando fui mayor, una cinta italiana que termina tal y como muchos la describen. Sin embargo, los fans que han sufrido el Efecto Mandela niegan haber visto jamás ninguna de estas dos películas y recuerdan su existencia al cien por cien. Y de normal se les podría dar el beneficio de la duda, pero si realmente está en tantos VHS y tantas emisiones televisivas, ¿cómo es que, diez años después del nacimiento del rumor, no ha aparecido en Internet para zanjar el debate? En fin, si sigue habiendo gente defendiendo que vio el perro, la mermelada y Ricky Martin... todo es posible.