"Es un milagro cada vez que haces una película, pero especialmente cuando puedes hacer una película que es tan personal para ti", reflexiona Jeff Nichols, director de Mud y Take Shelter, entre otras, cuando habla de su nuevo largometraje. Estrenada hace unas semanas en Estados Unidos y a punto de ver a luz en las salas de cine españolas -lo hará este viernes 12 de julio-, Bikeriders. La ley del asfalto llevaba años en la cabeza del director y guionista, pero llevarla a cabo ha sido fruto de mucho trabajo.
Basada en el fotolibro homónimo de Danny Lyon sobre el club de moteros Chicago Outlaws Motorcycle Club al que él mismo pertenecía, la película lleva a pantalla la historia del nacimiento de uno de estos clubs -en la película el club ficticio de los Vandals- que tan de moda acabaron estando en los 70 y su evolución a lo largo de los años. Desde sus comienzos como divertidas reuniones entre aficionados a las motos en un pequeño local, hasta el cambio de ambiente a medida que los clubs ganaban fama y recibían a nuevos miembros.
Cuando Jeff Nichols tuvo por primera vez algunas de estas fotografías en sus manos corría el año 2003 y ya se sintió absolutamente atraído por la historia, pero, como el propio director explicaba en su entrevista con SensaCine con motivo del estreno de la serie, le llevó un tiempo no solo empaparse del universo motero del que nunca había sido parte, sino decidir cómo quería contar la historia.
"La verdad es que tuve muchos obstáculos que superar. No vengo de este mundo. No hablo este dialecto y realmente no me sentía cómodo con el tema durante mucho tiempo. Tenía el libro de Danny [Lyon], que realmente tenía todos los ingredientes y elementos que necesitaba para detallar el mundo, pero me llevó un tiempo", explica Nichols.
En la película, que Nichols también ha escrito, conocemos la historia de los Vandals a través del relato de Kathy (Jodie Comer), quien en el pasado se enamoró de un miembro del club llamado Benny (Austin Butler) y pasó gran parte de su vida formando parte del club, relacionándose con su entorno y metida de lleno en esta cultura. El relato de Kathy fue clave en el fotolibro de Danny Lyon y, en pantalla, su voz en off como narradora nos acompaña durante toda la película al tiempo que se va contando la historia.
"Como cineasta y como narrador sabía que quería que la narrativa no fuera lineal", nos cuenta Nichols. "Sabía que quería que se moviera de una manera en la que nunca antes había contado una historia. Si miras mis otras películas, no hay voz en off en la mayoría de ellas. Son historias muy lineales, así que me tomó un tiempo entender este tipo de estilo documental híbrido, que está tomado de las entrevistas, y el estilo narrativo de ficción. Solo que me llevó un poco de tiempo amoldar mi cabeza".
Para Nichols, en definitiva, Bikeriders es un sueño hecho realidad:
Me ha llevado muchos, muchos años y es un orgullo ver cómo se hace realidad a este nivel, con este nivel de talento, con este nivel de habilidad en términos del equipo que ha trabajado tan duro para llevarlo a la vida
"Pienso que es la película más genial que he hecho", sentencia Jodie Comer, la encargada de interpretar a Kathy, con orgullo. "Es muy guay. Todos los elemento, Jeff [Nichols], el reparto. Recuerdo haberla visto por primera vez y cómo me gustó escuchar el tipo de diseño de sonido en el cine y haber pensado: 'Esto es genial". Su compañero de reparto y pareja en la ficción Austin Butler, nominado al Oscar por su papel protagonista en Elvis, no puede estar más de acuerdo: "Estoy muy orgulloso de todas las interpretaciones. Súper orgulloso de estar en una película con unas interpretaciones tan buenas, de verdad", elogia a sus compañeros.
Una carta de amor a la cultura 'biker'
Como el libro de Lyon, que fue miembro del club Outsiders, Bikeriders. La ley del asfalto rebosa amor y respeto a la cultura biker: "Hay una primera mitad de esta película que es bastante romántica", asegura Nichols. "Si miras la estética, la música que inunda las escenas, que gran parte del diálogo sea voz en off antes de las escenas... Está destinado a ser muy romántico, está destinada a que te enamores de estas personas y de esta forma de vida". Sin embargo, apunta el director "en la segunda mitad de la película la historia comienza a despojarse de ese barniz y empiezas a ver las consecuencias de algunas decisiones".
"Hay una reverencia, un respeto por las motocicletas" añade Tom Hardy, el encargado de interpretar al líder del club, Johnny, en la película. "Para mí, que no soy un gran gran fan de las motos pero he escuchado muchos comentarios de personas que las aman, supone ver algo sobre la cultura de las motos que muestra que el corazón está involucrado. Las motos son motos. Y es la relación de la gente con ellas lo que estamos viendo en esta película, aunque es encantador verlas".
Para Austin Butler, quien se describe como "como un perro con una ardilla" en su relación con las motos y "siempre ha estado enamorado de ellas", ha sido un auténtico deleite preparar a Benny, su personaje. "Benny, es uno de los personajes más geniales que he leído", asegura Butler a SensaCine sobre el momento en que leyó su primera escena. "Que ellos se conozcan por primera vez y él simplemente la espere fumando cigarrillos durante 24 horas, tan paciente. No le gustan las cosas forzadas, hay una naturaleza muy estoica en él. Pensé que era realmente genial".
Lo interesante es que nunca ves la cara de Benny en el libro, es una figura misteriosa. Gran parte de mi inspiración vino de montar en motocicleta y de estar alrededor de personas que toda su vida son las motocicletas
"Yo creo que inmediatamente me enamoré de Kathy", cuenta Comer sobre su experiencia. "Ella es muy vivaz, me hacía reír. Tan honesta y abierta, tan gloriosamente consciente de sí misma. No trata de ser nada que no sea ella misma y pensé que eso era realmente refrescante, especialmente en un espacio dominado por un ambiente tan masculino. A ella se la percibe con los pies en la tierra y arraigada, lo cual resulta encantador".
Al contrario que Butler, Comer tuvo acceso a material de la Kathy real. En concreto media hora de audio que supuso un material realmente valioso para la actriz: "Tenía un par de imágenes y como 30 minutos de audio, así que mí proceso fue sobre todo profundizar en eso porque sentí que me daba mucha información. Percibía a Kathy como un personaje muy rico, como una mujer tan interesante que pensé: 'Voy a usar todo lo que pueda de esto y, con suerte, emularla de alguna manera".
"Tengo que dejar claro que yo no elijo a nadie, es más como si ellos me eligieran a mí", explica Nichols sobre cómo acabó contando con un elenco tan increíble como el triángulo Butler-Comer-Hardy. "Nos nos elegimos los unos a los otros. Yo pongo tanta información y tanto contexto como puedo sobe el papel y luego lo compartes. Siempre esperas compartirlo con las personas adecuadas y, en este caso, creo que eso es lo que pasó. Y tengo suerte de que ellos respondieran".
"Nosotros tuvimos la suerte de que tú contactases", le corrige Hardy. "Es raro conseguir que el material y el equipo se integre de una manera realmente tan fantástica y nutritiva en la búsqueda de la excelencia".