Es muy complicado, por no decir imposible, no encontrar en la cartelera semanal la habitual comedia francesa que ha roto récords de taquilla en su país natal. Bueno, y si no los ha roto, también. Es casi un subgénero en sí mismo y Francia las manufactura a porrillo. El viernes que viene, 17 de julio, no iba a ser una excepción y se estrena El barco del amor.
La película, dirigida por el galo Bruno Podalydès, un director prácticamente desconocido por estos lares, trata sobre la organización de un gran engaño: el que llevan a cabo Justine, su marido y su círculo de amigos para poder salir de sus problemas financieros.
¿En qué consiste este timo? En organizar un falso crucero romántico para Franck, un rico inversor cuyo afán en la vida es seducir a toda costa. ¿Cuál es el problema y detonante del enredo de la trama? Pues que Franck invita a la propia Justine al crucero.
Cuando zarpa el amor
La película, a pesar de no haber sido un gran éxito en Francia, sí que puede jactarse de haber reunido frente a ella a un nutrido grupo de espectadores. A fecha del 25 de junio, se encontraba cuarta en la lista de películas más vistas de la cartelera, con 357.663 euros recaudados.
El reparto de la película cuenta con, al menos, dos caras conocidas por el público español, al menos, al amante de este tipo de películas y de la cinematografía francesa en general. Por un lado, tenemos a un mito viviente del cine, Daniel Auteuil, un genial actor que ha trabajado, entre otros, con directores como Michael Haneke, Jean Becker, Patrice Leconte o Patrice Chéreau. Por otro, a Sandrine Kiberlain, actriz fetiche de Bruno Podalydès y en cuyo currículum cuenta con cintas como Un nuevo mundo, Crónica de un amor efímero, Novembre, El pequeño Nicolás o Los infieles.
El reparto lo completan, entre otros, Denis Podalydès, Isabelle Candelier, el propio Bruno Podalydès y Eric Viellard.
Podalydès es un cineasta con un extremo gusto por filmar los pequeños detalles, los gestos aparentemente insignificantes que se revelan, como a poco, como trascendentales. En una entrevista para el medio radiofrance, el propio director habla sobre ello: “Hay dos escuelas de cine. Creo que Hitchcock dijo que tienes derecho a hacer cualquier cosa en los primeros diez minutos de una película porque la gente está abierta a todo. La otra escuela dice, por el contrario, que hay que ser 'Inmediatamente me enganchó algo muy fuerte'. Creo más en la escuela de Hitchcock. Tengo la impresión de que tenemos mucha libertad durante diez minutos para filmar hierbas salvajes entre adoquines. Yo me decanto más por filmar la plantita que crece y empezar por la semilla”.
Si eres amante de las películas pequeñas, de las comedias románticas francesas y el enredo, a partir del próximo 17 de julio tienes en la cartelera El barco del amor.