Mary Steenburger no quería ni siquiera hacer el casting para Regreso al Futuro III. Se negaba en rotundo... hasta que sus hijos, fans de la primera parte, le rogaron que aceptara como sea. Ella acabó haciendo el papel (y rompiéndose el ligamento de paso en una escena de baile), pero en un momento dado no pudo evitar un deja-vu al rodar la escena en la que Doc le dice que es un viajero del tiempo y aunque la quiere tiene que marcharse... porque es la misma que ya interpretó en una película de 1979 titulada Los pasajeros del tiempo. Si es que al final es imposible hacer nada original.
La paradoja imposible
Nadie puede culpar a Robert Zemeckis y Bob Gale: montar un rompecabezas como el de Regreso al futuro no tuvo que ser fácil en ningún momento, ¡bastante bien consiguieron hacerlo! Sin embargo, los fans han notado momentos aquí y allí que rompen con la magia del círculo perfecto... sin saber que sus guionistas ya lo sabían de sobra desde el mismo momento de escribirla.
Es el caso de la presencia de Lea Thompson en la tercera parte, donde interpreta a la tatara-tatarabuela de Marty por parte de padre, cuando, obviamente, en la saga interpretaba a su madre y por tanto no tenía sentido que hubiera un parecido entre ambas, al menos genealógicamente. Cuando les preguntaron, ambos pusieron una excusa comprensible: no querían una tercera parte sin Thompson.
Obviamente se dieron cuenta de que no tenía sentido argumentalmente, pero decidieron tirar con Thompson con la excusa de que, según dicen varias teorías psicológicas, los hombres se sienten atraídos por mujeres que les recuerdan a sus madres. En esta línea de pensamiento, cuando Seamos se casó con Maggie, eso aseguraba que los McFly tenían una predisposición a sentirse atraídos por mujeres que se parecieran a Lea Thompson. Salvados por los pelos.