Hace 11 años, un cortometraje español llamado Cuerdas cautivó tanto dentro como fuera de nuestras fronteras con una historia cargada de corazón y emotividad, pero, sobre todo, también de un poderoso mensaje de inclusión y empatía y del sentido de la amistad y el respeto. Aquel cortometraje, que a su vez partía de un relato y que estaba escrito y dirigido por Pedro Solís García -quien ya había ganado el Goya a Mejor cortometraje de animación en 2011 por La Bruxa-, ganó el Goya a Mejor cortometraje de animación. En 2019 se hizo con el Guinness de los Récords como el cortometraje más premiado de la historia.
Los protagonistas de Cuerdas eran, principalmente, dos niños: María, una niña que vive en un orfanato, y Nico, un niño con parálisis cerebral que llega nuevo al centro y que desde el principio es acogido por su compañera como uno más. El protagonista de la historia, Nico, está a su vez inspirado en Nico Solís, el hijo del premiado cineasta, fallecido en 2021.
Ahora, la historia de Nico Solis se ha convertido en una película: Buffalo Kids, un filme de animación dirigido por Pedro Solís García junto a Juan Jesús García Galocha "Galo" y con guion de Jordi Gasull y Javier Barreira que llega a las salas de cine este 14 de agosto.
De 'Cuerdas' a 'Buffalo Kids': 10 años hasta que llegó el momento perfecto
"Cuando hicimos hicimos Cuerdas y tuvo la repercusión que tuvo a nivel mundial -entrar en libro Guinness de los Récords como el corto más premiado de toda la historia, que tuviera 300 millones de visualizaciones de manera ilegal antes de subirlo a nuestra página de YouTube-, todo el mundo nos pedía o nos preguntaba cuando se iba a hacer una película", recuerda Solís García en entrevista con SensaCine sobre lo que les empujó a que Cuerdas derivase en la producción de una película basada en los personajes que tanto habían cautivado al público. "Eso fue calando, fue calando y sólo había que encontrar una historia que estuviera a la altura de de esos personajes. Al final, Cuerdas es la relación entre María (Mary en la película) y Nico (Nick) y había que encontrar una historia que estuviera a su altura".
La oportunidad de hacerlo, sin embargo, no surgiría ante unos años después y se la brindaron ellos mismos. Producida por Atresmedia Cine, 4Cats Pictures, Little Big Boy AIE, Anangu Grup y Mogambo Entertainment y la distribución de Warner Bros. Pictures, Buffalo Kids tiene detrás al estudio de animación Core Animation, cofundado, entre otros, por los propios directores Pedro Solís García y Juan Jesús García Galocha "Galo".
"Cuando montamos nuestro propio estudio de animación", recuerda Solís, "la primera película que teníamos en cartera era Momias, que dirigió "Galo" y que también fue un exitazo, pero al terminar Momias llegó el momento: Jordi Gasull y Javier Barreira habían escrito el guion [de Buffalo Kids] y nos gustaba, así que justo llegó el momento. Habían pasado 10 años desde el corto de Cuerdas, pero este era el momento y y así surgió".
Es la película con más verdad de todas las que hemos hecho
Desde que comenzaron a trabajar en Buffalo Kids han tenido que pasar unos cinco años, pero, según sus creadores, no ha sido un proceso excepcionalmente largo que no haya estado dentro de la normalidad. Lo que si la hace diferente, apunta Solís, es que "es la película en la que hay más verdad de todas las que hemos hecho": "No solo ya en los personajes de Nick y Mary, sino que Pizca, la perrita, es la perrita de verdad de mi hijo".
Un 'western' infantil muy colorido
El punto de partida de Buffalo Kids es la llegada al Nueva York del Siglo XIXI de Tom y Mary, dos hermanos huérfanos que esperan reunirse allí con su tío, pero que nunca se presenta. Dispuestos a encontrarle por sus propios medios, los hermanos acaban como polizones a bordo de un tren que se dirige a California y que recorre el Salvaje Oeste y allí conocerán a Nick, un nuevo y extraordinario amigo que cambia sus vidas y con el que comparten el deseo de encontrar un nuevo hogar. Solo que el camino para encontrarlo está lleno de peligros.
"Es una historia muy bonita que necesitaba ser contada con tiempo y con dedicación", asegura "Galo". "Además, teníamos claro que, además de toda la parte sentimental del corto de Cuerdas, lo que también queríamos era una película de aventuras. En una hora y media de película, los niños lo que buscan es acción, aventura. Estamos orgullosos del resultado final porque creo que hemos conseguido unificar toda la acción y humor de Momias con toda la parte sentimental de Cuerdas. Creo que hemos conseguido algo que va a gustar a padres y niños".
Para llevar a cabo la historia, los creadores de Buffalo Kids han elegido un género que a menudo no se asocia con lo infantil, el wéstern, pero el punto de dificultad que eso suponía, les atrajo desde el principio: "Se bajaron distintos universos y distintas épocas para la película y con esto surgió una cosa muy bonita: nos enteramos de la realidad de los trenes de los huérfanos. En Nueva York había muchos niños que quedaban huérfanos y los montaban en trenes para llevarlos al Oeste americano para que los pioneros los adoptaran", nos cuenta Solís. "Cuando oímos eso nos pareció una idea buenísima unir a Mary, que viene de Irlanda y que se tiene que montar en un tren para ir a buscar a su tío junto con su hermano Tom, y que en ese tren se encuentren a Nick, que es uno de esos huérfanos que van hacia el Oeste a a buscar una nueva familia. Nos pareció super potente nos pareció una idea genial y encima el hacerlo en Oeste americano añadía un plus de dificultad para una silla de ruedas que nos parecía algo muy interesante. Así que nos pusimos ese reto".
También queríamos alejarnos un poco de las películas clásicas [western] y huir del color ocre. Más de la mitad de la película son escenarios super coloridos y paisajes. El tono ocre puede ser muy cargante y muy pesado, pero es que la realidad al final es que el medio Oeste es así. Nosotros mismos nos sorprendimos cuando nos pasaban documentación y veíamos tanto verde, porque en la cabeza tienes el desierto
En definitiva, resumen, un proyecto lleno de retos a los que hacer frente que comparte con el resto de sus trabajos el ser una historia de aventuras con mucho humor y diferentes lecturas para padres y para niños, pero que al mismo tiempo tiene de diferente que la parte emocional está mucho más pronunciada: "Esta película es que lo ha puesto todo en bandeja para poder hacer algo más emotivo, como nos gusta a nosotros. Para nosotros lo bonito es que, una vez pasado el tiempo, que la gente que haya visto la película la siga recordando porque le ha llegado dentro".