En 2011, la carrera de Chris Evans sufrió un antes y un después. El actor debutó en la gran pantalla como Steve Rogers/Capitán América en la primera entrega en solitario del personaje: Capitán América: El primer vengador. El filme fue solo el principio de lo que iba a ser toda una década formando parte clave del Universo Cinematográfico de Marvel. Y eso que, años antes, dio vida a Johnny Storm/Antorcha Humana en la saga Cuatro Fantásticos.
Evans abandonó en 2019, con Vengadores: Endgame, el UCM de forma oficial -sin contar sus cameos-. En su carrera, el actor también ha participado en filmes como Snowpiercer, Puñales por la espalda y la serie Defender a Jacob. Todos los títulos que conforman su filmografía son el resultado del esfuerzo, la suerte y empezar su carrera como actor a una edad muy temprana.
Hace unos 27 años, cuando nadie había oído hablar de él, Evans, tras asistir a algunas clases de actuación, probó suerte en algunos proyectos muy modestos. En 1997, cuando el actor solo tenía 16 años, apareció en pantalla por primera vez. Evans dio vida a un estudiante de instituto en Biodiversity: Wild About Life!, un cortometraje educativo sobre la protección del medio ambiente.
Es el mejor papel de la carrera de Chris Evans, pero estuvo a punto de rechazarlo: "No lo entendía""Me sentí como una estrella de cine porque nos dieron bocadillos para el almuerzo", recordó Evans en 2016 durante la promoción de Capitán América: Civil War (vía AlloCiné). "Para mí fue enorme, había un 'casting' cerca de mi casa, estaba en séptimo grado, me quité los brackets para poder hacerlo, mi padre es dentista".
Como añadió:
Para aquellos que no lo saben, solo es un pequeño vídeo educativo ridículo y me quité los brackets para hacerlo. Se rodó en Lincoln, cerca de mi ciudad. Es algo muy tonto, pero, por entonces, era algo muy importante para mí. Me encantó la experiencia de estar rodeado de cámaras y quedó claro que eso era lo que quería
Tras esta primera vez, Evans siguió desarrollando su carrera como actor. En 2001 fue elegido para dar vida a uno de los protagonistas de No es otra estúpida película americana, una parodia de las películas de adolescentes de la época.
Solo cuatro años después, Evans se metió en la piel de Johnny Storm en Cuatro fantásticos. Resultó ser solo un primer contacto con algo mucho más grande que le esperaba en el futuro: el género de superhéroes.