Seth MacFarlane es la mente creativa tras las comedias como Padre de familia, American Dad o la parodia de Star Trek, The Orville. Y en 2014 estrenó Mil maneras de morder el polvo, la polémica película western con un reparto principal formado por Liam Neeson, Charlize Theron y Neil Patrick Harris.
La historia gira en torno al granjero de ovejas Albert (Seth MacFarlane), que no es realmente un modelo a seguir. En su ciudad natal, Old Stump, se le considera un absoluto cobarde que no utiliza ningún arma y que tampoco sabe utilizar bien los puños.
Sin embargo, puede hacer una cosa como ninguna otra: usar la boca. El fanfarrón molesta regularmente a los demás habitantes con sus dichos y enfurece a más de uno. Lo que sigue es lo que era de esperar: Incluso su novia Louise (Amanda Seyfried) no puede soportar más su charlatanería y pronto huye a los brazos de un auténtico vaquero.
Es un momento difícil para Albert, pero cuando un día la increíble Anna (Charlize Theron) aparece en Old Stump, el criador de ovejas gana nuevas esperanzas. Pero Anna está secuestrada. A su lado está el brutal bandido Cling (Liam Neeson), que no se alegra nada cuando se entera de que su mujer se ha involucrado con Albert.
Netflix saca a relucir un icono de la cultura pop de hace 32 años para convertirlo en serieAunque la película tuvo un recibimiento bastante mixto (la mayoría malas), en los premios Golden Raspberry 2015, que premian anualmente a lo peor de Hollywood, la comedia fue nominada en nada menos que cuatro categorías, incluidas las categorías Peor combinación en pantalla y Peor dirección.
Por ahora, puedes ver por ti mismo en Netflix si realmente Mil maneras de morder el polvo es tan mala como la pintan.