Dos años antes de que se estrenara Regreso al Futuro II, Universal había lanzado Tiburón: La venganza, la cuarta parte de la franquicia que se intentó vender con el eslogan "Esta vez es personal" y cuyo rodaje fue un desastre de inicio a fin. No tenían guion, los tiburones mecánicos fallaban constantemente y el resultado final fue el que fue: recaudó lo suficiente para dar beneficios, pero dejó la saga temblando tanto que nunca hubo Tiburón 5. De manera oficial, al menos.
Mamma mia! Lo squalo!
Sin embargo, sí que hubo un Tiburón 5... hecho, por supuesto, en Italia. En 1995 Bruno Mattei hizo una falsa secuela utilizando imágenes de otras películas (Tiburón, Tiburones y El último tiburón, que ya en su día en Italia fue calificada falsamente como Tiburón 3). Y, sorprendentemente, nunca fue denunciado. Desde entonces, la saga ha continuado tan solo en forma de videojuego, pero en 1989 Robert Zemeckis no lo sabía cuando parodió la secuelitis de la película original mostrando Tiburón 19 en Regreso al futuro II.
Lo curioso es que, aunque nadie haya hablado de resucitar la saga (algo raro en estos tiempos de nostalgia barata, por cierto), sí ha habido varios fan-films sobre esta hipotética decimonovena parte, que en la película estaba dirigida, ni más ni menos que por Max Spielberg, ¡el hijo en la vida real de Steven Spielberg! Eso sí, parece que no está siguiendo del todo los pasos de su padre. De momento, al menos.
Cierto es que hace 22 años dirigió un cortometraje titulado Snap Shot, pero desde entonces se ha metido más en el mundo de los videojuegos, sirviendo de diseñador gráfico en EA, donde ha participado en la saga Battlefield, Assassin's Creed o, paradójicamente, en un juego de Parque Jurásico. ¿Quién querría más en la vida?