Cuando, a inicios de los 80, Pac-man apareció en las recreativas estadounidenses y se llevó a Atari (y, sobre todo, a NES en 1985) fue un éxito rotundo: tuvo serie de televisión propia entre 1982 y 1983 y el país tuvo una pequeña gran Pacmanía de la que surgieron, entre otros, los cereales Pac-man, que introdujeron la canción Do The Pac-man, bailada por un puñado de niños. La mayoría de ellos lo atesorarían como un bonito recuerdo de infancia, pero uno de ellos consiguió sobrevivir más allá. Vaya que si consiguió sobrevivir más allá.
De Pacman a Batman
En 1985, un tal Christian Charles Philip Bale de once años hacía el Pac-man después de haber aparecido en un buen puñado de anuncios desde los cuatro años. Sin embargo, el cuerpo le pedía seguir adelante, pese a no tener ningún tipo de educación interpretativa. De hecho, el mismo año que salió el anuncio de Pac-man interpretó su primera obra de teatro en el West End londinense junto a Rowan Atkinson.
Finalmente, en 1986 consiguió un pequeño papel en una miniserie de dos episodios titulada Anastasia: El misterio de Anna, donde actuó junto a Olivia de Havilland y Omar Sharif, entre otros. Quiso la suerte que su estrella fuera Amy Irving, que por aquel entonces estaba casada con Steven Spielberg y le recomendó fervientemente para su nueva película, El imperio del sol.
A los 13 años, Christian Bale superó un casting de más de 4000 niños para protagonizar la película, para la que no necesitó ni siquiera un entrenador que le ayudara con la cadencia y los acentos. Desde entonces, ya sabéis lo que pasó el resto de su carrera: su filmografía tiene títulos como El maquinista, American Psycho, El Caballero Oscuro o El Prestigio. Y pensar que todo empezó con un simple Comecocos.