El 5 de septiembre de 1972, en plena celebración de los Juegos Olímpicos de Múnich, la organización terrorista palestina Septiembre Negro irrumpió en la Villa Olímpica y atacó a los atletas israelíes, acabando con la vida de los 11 miembros del equipo. Tras rechazar cualquier compromiso con los secuestradores, el gobierno de Golda Meir, primera ministra de Israel, organiza una operación de represalia sin precedentes. Avner (Eric Bana), un joven agente del Mossad, es el encargado de encabezar el equipo de cuatro hombres que deben localizar a los 11 representantes de la organización en todo el mundo, señalados como los responsables del ataque, pero la operación acabaría con muchas más víctimas, extendiéndose a lo largo de los años.
Es la premisa de la película Múnich, un drama histórico filmado por Steven Spielberg y escrito por Tony Kushner y Eric Roth que vio la luz en las salas de cine en el año 2005 y que 20 años más tarde sigue siendo una de las películas con peor recaudación del cineasta más rentable de la historia del cine.
Ambientada en los meses posteriores a la masacre, cuando el comando del Mossad ordena a su principal agente secreto localizar y acabar con la vida de los culpables del atentado, el protagonista se ve obligado a cambiar de identidad para llevar a cabo la misión, dejando atrás la vida que tenía junto a Daphna (Ayelet Zurer), su mujer embarazada. Le acompaña en la misión el equipo formado por Steve (Daniel Craig), un judío de origen sudafricano; Carl (Ciarán Hinds), que debe borrar toda huella de la escena del crimen; un falsificador alemán llamado Hans (Hanns Zischler), y Robert (Mathieu Kassovitz), fabricante de juguetes y especialista en explosivos.
El largometraje está basado en el libro Vengeance de George Jonas de 1984 sobre las acciones del Mosad.
Muy lejos de la etiqueta de especialista en superproducciones taquilleras para toda la familia que asumió en sus inicios, Spielberg supo demostrar, primero con El imperio del sol y más aún con La lista de Schindler, que tenía talento de sobra para firmar obras más adultas y tratar temas serios. Y Múnich fue, una vez más, una brillante demostración de ello.
Sin embargo, también es, con su recaudación de 131 millones en todo el mundo pese a sus 70 millones de presupuesto, una de las peores películas del cineasta en lo que se refiere a taquilla.
Estrenada en un número muy reducido de salas en Estados Unidos (532 en su primer fin de semana), Munich recaudó 4,15 millones de dólares a nivel local. El tema exigente de la película, probablemente demasiado para el público estadounidense, junto con una fecha de estreno dos días antes de Navidad, ciertamente no ayudó a la carrera de la película.
Asimismo, en un contexto dramáticamente más tenso que nunca en Oriente Medio, el tema de la película de Steven Spielberg provocó, lógicamente, cierta agitación política en su momento y diversas controversias. Sin embargo, el cineasta ofrece un trabajo sobrio y honesto, sin caer en la caricatura, apoyado por una dirección impecable y poderosamente respaldado por un magnífico elenco de actores que la crítica supo apreciar y acabó siendo nominada a 5 premios Oscar.
"La capacidad de Munich para entretener, cuestionar y abrir debate es indudable", firma Israel Paredes en su crítica de 4/5 estrellas para SensaCine. "Pocas veces en el cine contemporáneo hemos asistido a una película de su fuerza y de su inteligencia. [...] Una construcción formal casi impecable en su grisura y en su tristeza, transmitiendo una época en la que, de una manera u otra, se comenzaban a poner las bases para dramas ulteriores".
