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    Este lujoso hotel de 2.000 euros la noche acogió el rodaje de esta película de Netflix pero no a los actores: ellos rechazaron pagar de su bolsillo
    Cristina Sobrino
    Cristina Sobrino
    -Redactora de 'lifestyle'
    Periodista de lifestyle y moda. Fan de los desayunos de hotel y hater del vinagre de Módena. Un poco chica tres 60. Me gusta adentrarme en los rincones recónditos de la cultura pop

    Dicen que lo mejor de cualquier viaje no es el destino, sino la compañía, pero en este caso la cosa se puso un poco complicada por la cuestión económica

    Imagínate ser una estrella de Hollywood y que en tu vida privada puedas disfrutar a tu antojo de todas las bondades que has ganado con tu trabajo teniendo un colchón de la mejor calidad para mantener buena salud física y mental, tener una casa que se ajuste a tus necesidades personales o como familia, disfrutar de tus "hobbies" favoritos, tener tiempo de calidad o viajar a tu antojo. ¿Todo un sueño, verdad? Pues ahora imagina que además de eso tu profesión te brinde ir a los sitios más increíbles del mundo.

    Esto es lo que sucede muchas veces en los rodajes que necesitan de localizaciones especiales y es la situación que se dio cuando se estuvo filmando Glass Onion, una de las películas de la popular y divertidísima saga de Knives Out protagonizada por Daniel Craig, encargado de darle vida al detective privado Benoit Blanc.

    En la segunda entrega de esta tanda de largometrajes cuyos derechos adquirió Netflix tras el éxito del primero por "solo" 745 millones de euros, el elenco de la misma tuvo que pasar, además de por Serbia, donde se rodaron las escenas de interior, por Grecia, donde rodaron gran parte de la cinta en un resort de lujo al más puro estilo The White Lotus con capacidad para alojar hasta a 18 personas.

    No obstante, no todo fue coser y cantar para los intérpretes, que a pesar de que se pasaron horas y horas delante de las cámaras no tuvieron la oportunidad de disfrutar de las bondades de tal alojamiento de ensueño. Bueno, en realidad no quisieron, porque la posibilidad estaba, pero tenían que pagar por ello.

    Lo más extraño es que producción no se hiciera cargo de este gasto. O simplemente, como informan en el portal Stuff, quizás nadie estuvo dispuesto a soltar la maravilla de 1530 euros por noche que cuesta la habitación más barata en temporada baja, una cantidad que alcanza los 4000 durante el verano. ¿La más cara en época estival? Más de 17000 euros. Una auténtica fantasía al alcance de cualquier bolsillo.

    Sin embargo, esta disparatada cantidad que supone el hospedaje en Villa20 no fue la única que hubo que costear para afrontar las necesidades de la película, ya que el yate en el que llegan Benoit y el resto de personajes a la supuesta isla, que en la vida real es una península, con 46 metros de eslora y capacidad para 10 personas se puede alquilar por 220000 euros por semana. Nada mal para rematar agosto y comenzar septiembre con la mejor de las actitudes. Sobre todo cuando el presupuesto de la cinta fue de 40 millones de dólares, el mismo con el que contó la primera entrega, que multiplicó por nueve su inversión, algo que estuvo muy, muy lejos con Glass Onion.

    Ahora solo queda por saber qué pasará con la tercera película de la saga, cuyo estreno, en Netflix por supuesto, está previsto para 2025.

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