Bastante bien salió Horizonte final para la masacre que hicieron con ella. Y es que la película de Paul WS Anderson duraba originalmente 130 minutos pero el estudio decidió quitarse de encima más de media hora de manera unilateral, dejando tramas inconclusas, cortando momentos clave y esperando que así pudiera llenar más horas en los cines y, por tanto, atraer más al público. Además, la película tuvo que terminarse a toda prisa cuando quedó claro que James Cameron no iba a llegar con Titanic acabada a su fecha de estreno original en agosto de 1997. Vamos, que es entretenidísima pero dentro de un terrible y apocalíptico caos.
Horizonte interestelar
Unos años después, Christopher Nolan tuvo mucha más suerte a la hora de hacer su película espacial: Interstellar se estrenó en 2014 antes el apoyo del estudio y de la crítica, que incluso la llevaron a estar nominada a cinco Óscar, de los que ganó efectos visuales. Y Anderson se pudo quitar una espinita, porque una de sus ideas en Horizonte final fue copiada, tal cual, por Nolan, en un curiosísimo homenaje.
Se trata del momento en el que, para explicar los agujeros de gusano, cogen un papel, lo doblan por la mitad y meten un bolígrafo por el medio. El agujero representa el agujero de gusano, y el boli cómo se puede saltar alrededor del tiempo y el espacio. Es icónico, es recordado, es fabuloso... Y Nolan decidió que era la mejor manera de representarlo, así que hizo que David Gyasi se lo contara a Matthew McConaughey de la misma forma.
Paramount
La única duda que cabe es... ¿Cómo es posible que un astronauta no sepa lo que son los agujeros de gusano? ¿Por qué se lo tienen que explicar? ¿No le retiran la licencia o algo parecido? Dudas que no nos resuelve Nolan, desde luego.
