Una de las películas más esperadas del año es Joker: Folie à Deux, la secuela del filme de Todd Phillips que le dio a Joaquin Phoenix el Oscar a Mejor actor y que, pese a tener una calificación R, superó los 1.000 millones de dólares de recaudación a nivel mundial. La nueva entrega de Arthur Fleck llega a los cines el 4 de octubre, pero su presentación mundial ha tenido lugar en el Festival de Cine de Venecia, certamen en el que compite por el León de Oro, premio que Joker ganó en 2019.
"La experiencia de verla ha sido extraña", explica Alejandro G. Calvo. "Joker 2 es algo que nadie espera. Todo lo que podáis tener en vuestra cabeza no se corresponde con la película que ha hecho Todd Phillips. Es una película bastante, bastante inesperada por distintas cosas. Es una película desconcertante".
Si Joker contaba el ascenso de Arthur Fleck, un hombre al que la vida ha apaleado desde niño y que encuentra una vía de escape a través de la violencia y se erige como líder anarquista provocando disturbios y revueltas; la secuela va por otro camino.
Joker 2 se ambienta años después de los eventos ocurridos en la primera entrega, cuando Arthur Fleck, en prisión, está esperando el juicio por los asesinatos cometidos. En esta miseria absoluta, el protagonista conoce a Harleen 'Lee' Quinzel, con quien conecta.
UNA PELÍCULA MORALISTA Y SOBRE LA SALUD MENTAL
Para entender por qué Joker 2 es una experiencia arriesgada y extraña también hay que estudiar lo que supuso su predecesora. Joker se llegó en una época en la que estrenaban más películas de superhéroes que nunca y el filme de Phillips parecían una película antisuperhéroes, alejada del lore de los cómics de DC pero habitando dentro de su universo -Bruce Wayne aparece de niño-. Además, es heredera de película de Martin Scorsese como Taxi Driver (1976) y El rey de la comedia (1983).
Joker no solo fue un proyecto potente a nivel cinematográfico -11 nominaciones a los Oscar incluyendo Mejor director y Mejor película. Solo ganó 2: Mejor actor y Mejor banda sonora-, también se adelantó a nuestra historia. "Es una película que ocurre antes de que en nuestro mundo real se diera el asalto al Capitolio", recuerda G. Calvo. "Existe un cierto paralelismo accidental". Joker 2, sin embargo, "es una película post-Capitolio y juzga si los actos violentos son lícitos o no y el daño que producen".
De esta forma Joker 2 se enfrenta a un desafío: tratar de hacer una película que supere el éxito de la anterior. "
Como explica el crítico:
Philips ha querido arriesgar mucho más que en la anterior película. Esta película tiene un riesgo suicida. No tengo ni la más remota idea de como se la va a tomar la gente. Es tan extraña, tan profundamente triste y tan inesperada
Hay dos cosas que funcionan en Joker 2: la parte musical y la unión de Phoenix y Lady Gaga, que da vida a esta nueva versión de Harley Quinn. Esos momentos musicales ocurren dentro de la cabeza de Arthur Fleck. "Se crean momentos de alegría y de belleza dentro de la cabeza del Joker y esta vez no vienen de la violencia, vienen del amor. Toda la parte musical es abstracción porque su realidad es mísera".
Joker 2 es "una película carcelaria, judicial, romántica, musical y tremendamente dramática", pero también una historia sobre salud mental. "Sobreexplica muchas cosas de la primera parte para hacer una especie de juicio moral sobre lo correcto o no de los actos violentos del Joker. Y eso es raro", explica G. Calvo. "El personaje de Arthur debe, de alguna forma, dentro de su mente debilitada y fracturada, elegir quién quiere ser: el Joker violento o alguien que reflexione sobre los actos violentos que ha cometido. Todo eso nos lleva a la salud mental".
Como añade:
Es una película que tiene un punto moralista. Eso la lleva a un camino extraño y todo este ensamblaje hace que la película se resienta
Entonces, ¿es buena o es mala? No hay respuesta clara. "Es mucho mejor que esta película sea así y tome todos estos riesgos que no que haya tratado de hacer lo mismo que en la primera película, pero puede que se haya pasado de vueltas".