A sus 39 años, con más de 60 títulos a sus espaldas y dos nominaciones al Oscar, Keira Knighley, una actriz más que consagrada y proyección de futuro. Exactamente lo que quería ser cuando apenas levantaba tres palmos del suelo y soñaba, como niña, dedicar su vida a ser actriz. Lo consiguió realmente joven: en 1993, con apenas 8 años, la británica obtuvo su primer papel episódico en una serie de televisión y continuó aprovechando pequeñas oportunidades a lo largo de toda la década de los 90 entre las que se incluyó un papel en la archifamosa Star Wars: Episodio I - La amenaza fantasma.
No obstante, no sería hasta la primera década de los 2000, ya con la mayoría de edad, que Knighley experimentó el ascenso en su carrera que la convertiría en una actriz de renombre. Tras algunos proyectos más grandes, como su trabajo en Quiero ser como Beckham en 2002, el punto de inflexión llegó en el año 2003, cuando se convirtió en la elegida para ser Elizabeth Swan en Piratas del Caribe: La maldición de la perla negra, la primera película de la que acabaría siendo una de las sagas de aventuras más famosas y taquilleras de la historia.
Sin embargo, haber comenzado a actuar y moverse por el mundillo desde que era muy niña no salvó a Knightley de experimentar aterrorizada el convertirse en una auténtica estrella a nivel mundial de la noche a la mañana. Protagonizada además de Knightley por Orlando Bloom y Johnny Depp, Piratas del Caribe se convirtió en un fenómeno de 654 millones de dólares y acabaría dando lugar a cuatro secuelas que también fueron un éxito.
Cuando Piratas del Caribe: La maldición de la perla negra se estrenó, Keira Knightley tenía solo 18 años y, según reconocería más adelante, aquella experiencia acabaría siendo traumática.
"Me pareció bastante horrible. No soy extrovertida, así que me resultó muy duro ese nivel de escrutinio y ese nivel de fama", contó en una entrevista con Variety en 2018. "Era una edad en la que te estás haciendo, no te has hecho, y necesitas cometer errores. Es una edad muy precaria, sobre todo para las mujeres. En cierto modo, sigues siendo una niña".
Fue traumático, pero sentó las bases para el resto de mi carrera
"Así que, mirando atrás, ¿haría algo diferente? No, no lo haría porque ahora tengo una suerte increíble y mi carrera está en un punto en el que realmente la disfruto, y tengo un nivel de fama mucho menos intenso", reflexionaba Knightley, con años de por medio y la saga habiendo llegado a su fin el año anterior. "Ahora puedo lidiar con eso, y eso es genial. Pero en ese momento, no era tan bueno, y me llevó muchos años de terapia descubrirlo".
