Quiero sincerarme con todos los que me estáis leyendo ahora mismo: soy nefasto en matemáticas. Bueno, a decir verdad, soy lo peor en todo lo que tiene que ver con ciencias, por eso me dedico a escribir. Para mí, las matemáticas son un conjunto de números deslavazados y escupidos sobre una pizarra de la que se desprende un olor a tiza, y de la que no tengo ni idea si me ha ayudado algo en esta vida. Supongo que sí. Al menos, a calcular los descuentos en rebajas.
El cine y las matemáticas han tenido a lo largo de su historia algunos títulos destacables. Recuerdo, por ejemplo, la enigmática Pi, fe en el caos, la primera película de Darren Aronofsky; Una mente maravillosa, de Ron Howard, basada en la vida del matemático John Nash; Cube, cinta claustrofóbica de terror que planteaba no pocos enigmas matemáticos; o la película alemana Adventures of a Mathematician, emparentada con Oppenheimer y que contaba la historia del matemático polaco Stan Ulam al emigrar a EE. UU. y dedicarse a crear la primera bomba de hidrógeno y el primer ordenador.
Ahora se estrena una cinta francesa que no está basada en ninguna matemática real, pero no por ello la historia pierde fuerza. El teorema de Marguerite cuenta la historia de, claro, Marguerite, una brillante estudiante de matemáticas en la muy afamada y solicitada Escuela Superior de Lyon. Pero, como suele pasar en este tipo de carreras, resulta que es la única mujer de toda la promoción. Mientras tanto, prepara la exposición de su tesis.
El día clave de la exposición, un pequeño error hacen soltar todas las alarmas y la situación la pone al borde del colapso. Es en ese momento cuando decide que, quizás, debería empezar su vida de cero.
Las matemáticas como poesía e imaginación
El teorema de Marguerite llega con cierto retraso a los cines españoles, ya que se trata de una cinta francesa estrenada en Francia en 2023. La idea de esta película se le ocurrió a la directora, Anna Novion, cuando, con 20 años, tuvo que quedarse en casa seis meses tras una enfermedad.
Tal y como cuenta a Allocine, "Después de mi recuperación, sentí una desconexión con la gente de mi edad, ya no estaba en su estado de ánimo despreocupado", señala. "Pensé en las escuelas principales, donde los estudiantes a veces están fuera del mundo, concentrados en sus estudios, y muy rápidamente el entorno matemático me pareció obvio".
Para poder entrar en el mundo de las matemáticas, Novion entró en contacto con la matemática Ariane Mézard: "Fue la primera que me habló de matemáticas de manera artística, evocando poesía, imaginación, todo lo que también me anima en mi profesión. Al hablarme de su pasión, me habló de la mía", declara la cineasta.
La película destaca, sobre todo, por la interpretación de Ella Rumpf, que acabó ganando el César a Actriz Revelación. Junto a ella, podemos ver los nombres de Jean-Pierre Darroussin (Rumba Terapia), Clotilde Courau (El último verano) y Julien Frison (Los tres mosqueteros: D'Artagnan).
Ya sabes: si te gustan las historias humanas en ambientes académicos, el próximo 13 de septiembre se estrena exclusivamente en cines El teorema de Marguerite.
