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    Pausa 'Alien, el octavo pasajero' en 1 hora y 35 minutos para ver un guiño prácticamente desconocido
    Randy Meeks
    Randy Meeks
    -Redactor de cine y series
    Juntaletras acomodado, redactor con gato eterno en las piernas, tuitero irredento, millennial orgulloso a su pesar. Respira cine, cree que no hay película mejor que 'El crepúsculo de los dioses' pero en su colección de Blu-Ray no falta 'Super Mario Bros'. La de los 90.

    Los xenomorfos han tomado de todo

    Todo empezó como una mezcla de dos proyectos. Por un lado, Dan O'Bannon había hecho Dark Star junto a John Carpenter, en la que aparecía un alien hecho de manera claramente cutre a posta, y tras filmarla se quedó con las ganas de hacer uno que pareciera real. Por otro, el guion de Memory, en el que, durante 29 páginas, había desgranado la historia de unos astronautas que despertaban en el espacio porque recibían una señal de un planeta misterioso. Solo le faltaba unir las dos partes, y para eso se juntó con Ronald Shusett, que estaba escribiendo lo que después sería Desafío total. De la unión entre ambos solo podía salir algo tan genial como Alien: el octavo pasajero.

    Alien, el octavo pasajero
    Alien, el octavo pasajero
    Fecha de estreno 26 de septiembre de 1979 | 1h 56min
    Dirigida por Ridley Scott
    Con Sigourney Weaver, Tom Skerritt, Veronica Cartwright
    Medios
    4,8
    Usuarios
    4,5
    Sensacine
    5,0
    Ver en Disney+

    Toma tu medicación en el espacio

    En su día, O'Bannon no se calló precisamente que Alien es una mezcla de muchas películas anteriores muy bien amalgamada para que parezca original. De hecho llegó a decir "No robé Alien a nadie. ¡Se lo robé a todos!". Es quitarse méritos, igual que presentarla a los estudios como "Tiburón en el espacio": se trata de una obra maestra de la ciencia-ficción que incluso ahora tiene detalles que nos fascinan.

    Por ejemplo, si pausas la película en el momento exacto, cuando lleva una hora y 35 minutos, podrás ver en el sistema de destrucción de la nave una tecla para pedir "Agaric fly". Se trata de un tipo de seta que en castellano se llama "matamoscas" o "falsa oronja" y en latín Amanita Muscaria, y que es... profundamente psicodélica. Vamos, que se puede decir que en la Nostromo estaban en un viaje constante.

    FOX

    Lo curioso es que gran parte del teclado aparece escrito en sánscrito, el idioma universal, en el que podemos leer avisos como "Padme" (flor de loto) o "Lingha" (una representación de la diosa Shiva). Y todo esto, ¿qué significa y por qué están en este panel? Bueno, Simon Deering, el diseñador, necesitaba teclas que sonaran complejas en un vistazo rápido, y en aquel momento estaba leyendo La Doctrina Secreta, de Helena Blavatsky, una filósofa y ocultista rusa que trataba de explicar el origen y la evolución del universo. Deering encontró inspiración en sus páginas para los nombres, y el resto es historia.

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