Las adaptaciones de videojuegos son algo a lo que Hollywood está recurriendo con frecuencia, y a veces sólo con el nombre basta como reclamo para una importante superproducción. Un panorama muy distinto al de hace unas décadas, donde estas películas recaían en estudios más pequeños, aunque también con una inversión considerable sobre todo en captar estrellas.
De Jean-Claude Van Damme en Street Fighter (La última batalla) hasta Dennis Hopper en Super Mario Bros., estos actores han servido como intento de legitimar el proyecto a ojos de la industria y el público. En el caso de Mortal Kombat, se recurrió a un actor de culto como Christopher Lambert, que consiguió darle un aire interesante y memorable al personaje de Raiden.
Cuestión de pelotas
Lambert ha terminado siendo uno de los elementos recordados con más cariño de la película dirigida por Paul W.S. Anderson, aunque en un principio estaba lejos de ser la opción favorita. El estudio consideró nombres más contrastados como Danny Glover para el papel, pero intentaron también apostar a lo grande con uno de los grandes actores de su generación: Sean Connery. Tal y como explico uno de los productores a The Hollywood Reporter, se aproximaron todo lo posible al actor para cerrar su fichaje, pero este terminó rechazándoles.
Mujeres transformistas y otros 5 gazapos de la saga 'Mortal Kombat'El motivo proporcionado, según explica, era que en aquel momento no estaba interesando en hacer “un trabajo físico”, quizá esperando que tuviera que hacer mucha acción. El papel no requería mucho movimiento, pero los productores entendieron que no quería desgastarse demasiado ya que “realmente lo que quería era jugar al golf”. Al final el deporte distanció a Mortal Kombat de ser una película más recordada.
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