Ridley Scott se quedó alucinado cuando Star Wars: Una nueva esperanza llegó a las salas de cine en 1977. Por aquella época, el cineasta ya había estrenado Los duelistas, una película de época que, aunque no fue un éxito en taquilla, conquistó a la crítica en el Festival de Cannes. Scott estaba convencido de continuar su carrera con más películas históricas, pero la proyección de Star Wars cambió absolutamente su forma de pensar y de ver el cine. Su próximo proyecto era una adaptación de Tristán e Isolda, pero quedó aparcado tras ver la película de George Lucas.
Durante una entrevista con Wired, el director recordó cómo la experiencia de ver Star Wars "me retorció el cerebro por completo". Scott experimentó tan nivel de emoción entre el público que decidió modificar el futuro de su carrera. En ese momento, supo que necesitaba cambiar de rumbo y abrazar la ciencia ficción, ese género que parecía ofrecer un sinfín de posibilidades.
Nunca había visto algo así, esta sensación de excitación masiva, antes y durante. Fue palpable. Me quedé atónito. 'Star Wars' me retorció por completo el cerebro. Tanto es así que cuando salí del cine me dije: '¡¿Por qué diablos estoy haciendo 'Tristán e Isolda'?! ¡Las cosas están cambiando! ¡Es hora de ponerse a trabajar!
Tiempo después de esa revelación, 20th Century Fox propondría al director una película que marcaría el inicio de su legado en la ciencia ficción: Alien, el octavo pasajero. "Seis semanas [después de ver Star Wars], me ofrecieron Alien. Fui la quinta opción del estudio", continúa.
El director logró deslumbrar a los ejecutivos de la compañía con sus propuestas visuales, duplicando incluso el presupuesto inicial de la película. Su talento para generar tensión hizo que el guion de Alien se convirtiese en una experiencia inolvidable, una que se terminó marcando un precedente para las películas de terror en el espacio.
20th century Fox
Uno de los directores más influyentes de Hollywood
Ambas películas consiguieron demostrar que el cine es capaz de transportarte a mundos completamente diferentes. Mientras Star Wars transportaba a los espectadores a una Galaxia muy, muy lejana, Alien generaba un terror claustrofóbico en el que nadie podía oír tus gritos. La película no solo fue un éxito de taquilla -con una recaudación de más de 108 millones de dólares-, sino que consolidó a Scott como uno de los directores más influyentes de Hollywood, un título que reafirmaría más tarde con Blade Runner.
La película de ciencia ficción que salió bien de puro milagro: creyeron que era otra "estúpida" historia de monstruos y ahora es imprescindibleEsta fascinación por la ciencia ficción no impidió que Scott no volviese a dirigir películas de época. Puede que abandonase Tristán e Isolda en 1977, pero volvió a recuperarla en 2006 siendo productor ejecutivo de la nueva versión dirigida por Kevin Reynolds. Tras revolucionar el cine con Alien y Blade Runner, también dirigió producciones históricas como El Reino de los Cielos y Robin Hood. Es un hecho que, sin ese encuentro con Star Wars, quizás nunca hubiéramos tenido la oportunidad de disfrutar de uno de los thrillers de ciencia ficción más importantes de la historia.
