Ahora consagrado como una auténtica leyenda viva de Hollywood, hace tiempo que Clint Eastwood comenzó a consolidar su talento tanto delante como detrás de las cámaras, aunque la , realidad es que el veterano cineasta lleva años absolutamente volcado en su papel como cineasta mucho más que en el de actor, faceta que básicamente lleva a cabo para sí mismo. Sin embargo, antes de empezar a trabajar como director de cine en su primera película Escalofrío en la noche en 1971, Eastwood llevó a cabo movimientos muy inteligentes que le consolidaron como intérprete y como una auténtica estrella de Hollywood.
A finales de los años 50 Clint Eastwood comenzó a hacerse un hombre gracias a la serie de televisión Cuero crudo, pero el director estuvo muy fino a la hora de apostar por un subgénero que ahora conocemos como 'spaguetti western' de la mano del director italiano Sergio Leone. Una forma de hacer cine que ahora es pura historia de la industria, pero que entonces era un riesgo que tuvieron que asumir con excelentes resultados.
Tal y como reconocería Eastwood, al principio estuvo dudoso en aceptar, pero acabó viéndose seducido por Por un puñado de dólares, la primera película original de la Trilogía del dólar de Sergio Leone, compuesta por las también imprescindibles La muerte tenía un precio y El bueno, el feo y el malo, en la que el actor encarnaría al legendario hombre sin nombre.
En la icónica película de 1964 Eastwood interpretaba a un forastero anónimo que, tras verse envuelto en una guerra de pandillas, se lanzaba de cabeza a una batalla por la vida o la muerte. Un wéstern que no sólo es un clásico sigue siendo venerado seis décadas después, sino que resultó especialmente innovadora en su momento.
Asimismo, tras ella llegarían otros grandes trabajos del director Sergio Leone que consagraron al spaghetti western como un gran subgénero y que incluso quisieron ser imitados en Hollywood.
La conocida como la Trilogía del Dólar sería completada por dos largometrajes: La muerte tenía un precio en 1965 y El bueno, el feo y el malo en 1966, que le dieron a actor principal Clint Eastwood su empujón definitivo para convertirse en una estrella.
Una de las mejores frases de la historia del cine western fue improvisada: no la pronunció Clint Eastwood, pero sí otro grandeLa última de ellas es, además, el mejor wéstern de la historia del cine según los lectores de SensaCine, que le otorgan 4,4 de 5 estrellas posibles a la tercera cinta El bueno, el feo y el malo. En el segundo y el tercer lugar, otras dos grandes películas: Django desencadenado de Quentin Tarantino y Sin Perdón, dirigida y protagonizada por Clint Eastwood, que ganaría con ella su primer Oscar a Mejor director y Mejor película.