Han pasado 37 años desde su estreno, pero la primera película de la saga Predator, Depredador, de 1987 sigue siendo considerada una de las mejores películas de Arnold Schwarzenegger de todos los tiempos. Por mucho que la estrella de Hollywood no lo disfrutase y no quisiera volver en ninguna de sus secuelas. Sin embargo, de aquella primera película sobre la lucha por la supervivencia contra un atacante espacial especialmente peligroso surgiría una franquicia de varias películas que sigue viva hasta la fecha: un total de cinco películas y una nueva en proceso y una serie de 'crossover' con otra de las sagas de ciencia ficción más populares de la historia,
La primera película, protagonizada por John McTiernan no solo es de culto, sino que en su día multiplicó por seis su presupuesto e incluso fue nominada al Oscar a Mejor efectos especiales. Tres años después se estrenaría su primera secuela, Predator 2 (1990) pero para las siguientes pasarían un par de décadas, cuando el interés por la criatura resucitó de la primera Alien vs. Predator.
Sin embargo, mientras Predators se mantuvo en acogida y crítica en 2010, podría decirse que el punto más bajo artístico y comercial de la saga se produjo en 2018 con Predator.
Dirigida por Shane Black, la cuarta película es la peor valorada por la crítica -suspende con un 34% en Rotten Tomatoes y en taquilla no fue mucho mejor, con apenas 160 millones de recaudación frente a su enorme presupuesto de 88 millones.
Un sonado fracaso que provocó que la saga se reiniciase si quería seguir adelante.
Sin embargo, la película está teniendo una segunda vida en Netflix tras su reciente incorporación al catálogo. En apenas unos días se ha colado rápidamente en los tops de películas más populares, también en España, donde se sitúa por encima de la esperada El Hoyo 2 y solo es superada por la española Bajo terapia -también recién llegada- y el documental de los hermanos Menéndez.
Ambientada entre la primera y la segunda película, en Predator los Predators regresan a la Tierra en su forma más fuerte hasta el momento de forma totalmente accidental cuando un niño (Jacob Tremblay) lo activa accidentalmente. Por tanto, un grupo de ex soldados une fuerzas para proteger una vez más a la humanidad de la amenaza extraterrestre.
Tras la mala acogida y para darle nueva vida a la franquicia de ciencia ficción, se filmó la precuela Prey de la mano Dan Trachtenberg: un filme ambientado en el siglo XVIII y que examina la amenaza de los depredadores desde la perspectiva del pueblo indígena comanche estadounidense. El enfoque, completamente diferente, fue muy bien recibido por críticos y fans.
