¡Cuidado, este artículo contiene SPOILERS! No sigas leyendo si no quieres saber cómo termina 'El francotirador'
Chris Kyle fue el francotirador más letal de la historia de Estados Unidos. Participó en cuatro misiones en Irak antes de ser asesinado en un campo de tiro en Texas por un marine veterano al que iba a ayudar. Es una de esas historias reales que superan a cualquier ficción y Clint Eastwood se inspiró en ella para realizar El francotirador, la cual se estrenó en 2014 con muy buenas críticas.
La película se emite esta noche en La 1 de RTVE a las 22:50 horas y luego estará un tiempo disponible en la plataforma gratuita RTVE Play.
Las vivencias de Kyle ponen los pelos de punta. Como cuenta en sus memorias, American Sniper: The Autobiography of the Most Lethal Sniper in U.S. Military History, su primera misión se produjo en marzo de 2003. Formaba parte del pelotón 'Charlie' del Equipo 3 de los SEAL que se adentraron en la ciudad de Nasiriya. A través de la mira telescópica de su arma, vio como una mujer salía de casa junto a un niño. Pronto se dio cuenta de que sacaba una granada de su bata. Su jefe ordenó que disparase y, tras dudar un segundo, apretó el gatillo.
"Era mi deber disparar y no me arrepiento. La mujer ya estaba muerta. Solo me aseguraba que no se llevara a ningún marine con ella", escribió Kyle en su biografía. Esa fue la primera muerte de las 160 que se le acreditan de manera oficial -en realidad la cifra puede ser mucho más alta-. Christopher Scott Kyle es el mayor de dos hermanos y creció en un rancho de Texas cuidando ganado. Uno de sus pasatiempos familiares era cazar, por lo que estuvo familiarizado con las armas desde bien pequeño. Tras terminar el instituto, se convirtió en jinete profesional de rodeo, pero se lesionó el brazo y tuvo que dejar su carrera. Es entonces cuando se unió a la Armada, donde hizo historia.
Participó en cuatro misiones -Irak (2003), Faluya (2004), Ramadi (2006) y Bagdad (2008)- antes de regresar a Texas junto a su familia ya convertido en héroe de guerra. Kyle no se adaptó bien a su vida fuera de la guerra. No encontraba su lugar como marido ni como padre, por lo que encontró la solución en la bebida. Después de una época oscura, descubrió que podía ayudar a veteranos que se encontraban en su misma situación. De este modo, se metió a colaborar con la Fundación FITCO para asesorar a hombres que, como él, no conseguían adaptarse a su vida fuera de combate.
Sirvió a la Marina durante una década, en la cual sobrevivió a dos heridas de bala y seis ataques con artefactos explosivos, pero lo que le mató fue un compañero de servicio. El 2 de febrero de 2013, invitó a una práctica de tiro a Eddie Ray Routh, un veterano de 25 años que sufría trastorno de estrés postraumático. Durante esa actividad, Routh disparó a Kyle y al amigo de éste, Chad Littlefield, matándolos al instante.
Según contó a People el oficial de policía Gene Cole, que estaba presente en el momento del arresto, lo que motivó al asesino a disparar fue, simplemente, que no le habían dirigido la palabra: "Estaba en el asiento trasero de la camioneta y nadie hablaba conmigo. Simplemente me llevaban al campo de tiro, así que les disparé. Me siento mal por eso, pero no me hablaron. Estoy seguro de que me han perdonado". Debido a su trastorno, Routh experimentaba alucinaciones, paranoia y pensamientos suicidas. También solía beber junto con su medicación, lo que empeoraba su estado. El joven llevaba dos años entrando y saliendo de instituciones mentales.
En El francotirador, Kyle es interpretado por Bradley Cooper. Su trabajo junto a Clint Eastwood le valió la nominación al Oscar a Mejor actor y no es de extrañar. La cinta es una de las mejores de la filmografía del director de los últimos años.