Es real, 24 años después del estreno de Gladiator, la secuela de la película llega a los cines en el mes de noviembre. En concreto, en Estados Unidos lo hace el 22 de noviembre y el elenco ya se encuentra promocionando el largometraje, que en este caso protagoniza Paul Mescal, el encargado de meterse en el papel del gladiador.
Una de las dificultades que entrañaba el rol, era sin duda la parte referente al físico, ya que el intérprete irlandés se ha visto obligado a ganar 8 kilos de puro músculo para reflejar de la mejor forma posible todas las características de su personaje, algo sobre lo que en principio se manifestó de forma un poco negativa o al menos desde el desconocimiento.
Al inicio, cuando se anunció que él sería el encargado de meterse en piel del guerrero al que previamente había interpretado de forma magistral Russell Crowe, el artista lanzó a The Hollywood Reporter las siguientes declaraciones: "Por supuesto que este papel requiere de un cambio físico, pero eso me interesa lo justo y necesario. Este tipo tiene que pelear y ser una auténtica bestia, pero voy a hacerlo a mi manera. Me quedaré con aquello que yo vea y sienta correcto para mí".
No obstante, una vez que entró en la dinámica de este rodaje, Mescal tomó conciencia de la importancia que tenía en ese caso la parte más física de su personaje, algo que recoge el IndieWire y que él mismo comentó después de un visionado que hubo hace unos días en Nueva York, cuando compartió una mesa redonda con algunos de sus compañeros de reparto: Denzel Washington, Connie Nielsen y Fred Hechinger.
"Cometí un error cuando hice aquellos comentarios. Hablé de forma muy ingenua con aquel periodista diciendo lo de que iba a interpretar a un gladiador con un aspecto físico más o menos normal. Pero claro, me di cuenta de que estaba yendo en contra de lo que el papel demandaba", aclaró Mescal junto al resto de actores.
"Si queréis que hable de lo que supone, lo haré de forma resumida: te dan todo lo que necesitas para que consigas el objetivo. En un proyecto de esta escala, tienes al mejor entrenador, te envían la comida a casa y todo lo necesario. Hay que tener disciplina, sí, pero no es complicado. Simplemente tienes que hacerle caso a los que más saben".
Sin embargo, al margen de eso Paul Mescal también hizo unas declaraciones bastante interesantes en cuanto a lo que supone a nivel psicológico de cara a enfocar el personaje ese cambio físico: "comienzas a sentir que tu cuerpo es capaz de hacer lo que requiere el rol, que en este caso es hacer daño, por muy raro que suene. La forma de moverte y de funcionar también es distinta", remarcó de forma positiva el protagonista de Normal People.
