Robot Salvaje es indiscutiblemente la película del año. La historia de Roz y su relación con los animales del bosque, en especial con el ganso Picobrillo. Pero hubo antes una película que tiene muchas semejanzas con la obra de Peter Brown y que se estrenó en 1999: El gigante de hierro.
La película consiguió capturar los corazones de una generación con su historia emotiva y sus profundas lecciones sobre la humanidad y el sacrificio, convirtiéndose en una joya de la animación para muchos. Pero es cierto que puede pasar muy desapercibida y caer en el olvido, por lo que este artículo se ha realizado para tener el reconocimiento que se merece.
El gigante de hierro no tuvo un gran éxito en taquilla y no alcanzó en su día el reconocimiento popular que se merecía. Pero poco a poco, se ha convertido en la favorita de muchas personas y toda una obra de culto digna de ser redescubierta.
Uno de los aspectos más destacados de la película de Brad Bird (Los Increíbles) es su mensaje antibélico y su reflexión sobre la naturaleza humana. Ambientada en la Guerra Fría, la historia presenta una poderosa crítica sobre el miedo a lo desconocido y la destrucción inherente a la paranoia armamentística. Todo esto a través de la relación entre el niño Hogarth y el gigante de metal construido para ser una arma de destrucción.
Las similitudes con Robot Salvaje son que ambos han sido construidos para ayudar al ser humano de alguna forma, pero estos conocen a alguien que les ayuda a sacar su lado más humano, aquí el símil sería Picobrillo con Hogarth. Y ya no hablemos de su final.
Una de las películas de ciencia ficción más queridas del siglo XXI: sólo dura hora y media y está en Disney+Más allá de las semejanzas, ambas películas son todo una obra de arte y se pueden disfrutar por igual. Además, El gigante de hierro combina la animación tradicional con técnicas del CGI para el personaje del Gigante, consiguiendo un estilo visual único adelantado a su época.
Puedes disfrutar de El gigante de Hierro en Movistar+.
