"Martin Scorsese es la razón por la que hago cine", sentencia Rodrigo Cortés cuando relata a SensaCine cómo el veterano cineasta, uno de los grandes directores de la historia del cine, acabó produciendo Escape, la nueva película del director de Buried (Enterrado) y El amor en su lugar que, protagonizada por Mario Casas en el papel protagonista, se estrena este jueves 31 de octubre en las salas de cine.
"[Scorsese] Es mi referencia desde la adolescencia y es a quien le encendía las velitas antes de iniciar cualquier proyecto", continúa el director, quien tuvo la oportunidad de conocerle en persona en 2018, cuando el maestro recibió el Premio Princesa de Asturias a las Artes y Cortés fue el encargado de moderar una charla con él. Un encuentro en el que ambos disfrutaron e "hicieron migas" y que terminó siendo el origen de esta inesperada colaboración.
"Había visto todas mis películas", recuerda Cortés orgulloso, así que, tiempo después, se animó a enseñarle El amor en su lugar. "Le entusiasmó y pidió hablar conmigo. Estuvimos horas hablando de la película por Zoom y me pidió que le enviara el próximo proyecto en el que fuera a trabajar, algo que no hice porque asumí que estaba siendo amable. Pero me lo reclamaron desde su oficina meses después y le enseñé Escape".
Con un tono único que transita entre el drama y la comedia a través de la historia de un hombre destrozado por la vida que intenta por todos los medios entrar en la cárcel y así despojarse de toda libertad de decisión, Escape logró sorprender al veterano cineasta, quien desde el primer momento se mostró muy interesado en formar parte del proyecto.
Me escribió para decirme que tenía un tono que él no había visto en ninguna película, que estaba entusiasmado y que querría saber qué podía hacer para ayudar a levantar una película que asumía que iba a ser difícil de financiar
"Estuvo comprometido desde el principio", asegura Cortés, quien tanto durante el rodaje como durante el montaje le iba enviando absolutamente todo a Scorsese para que estuviese al tanto de cada una de las decisiones, logros y avances sobre la película.
Por supuesto, Martin Scorsese también fue el primero en ver el montaje final de Escape:
Fue la primera persona que vio el montaje acabado y tuvimos una conversación muy bonita, muy agradable, en la que él se mostró siempre profundamente respetuoso, muy prudente, muy cauto, muy educado. Finalmente dijo: 'No toques un solo fotograma'
"Pensé: 'Bueno, a esta película hay gente que le va a poner algún pero, pero siempre podremos decirles que a Scorsese le ha gustado", bromea el cineasta. ¿Y qué fue lo primero que le dijo? "Su primer comentario fue: 'Qué grandes interpretaciones has logrado'. Esas fueron sus palabras. Empezó hablando de las interpretaciones".
Protagonizada por un Mario Casas en una de las mejores interpretaciones en las que le hemos visto nunca y una siempre luminosa Anna Castillo, Escape cuenta con un elenco interpretativo que es una absoluta "carta a los Reyes Magos". Un auténtico desfile de talento en el que José Sacristán, Blanca Portillo, Albert Pla, Guillermo Toledo, Josep María Pou y Juanjo Puigcorbé ponen a guinda al gran trabajo del actor gallego, que lleva todo el peso de la historia sobre sus hombros.
Rodrigo Cortés: "Pensé en Mario Casas porque iba estar dispuesto a tirarse del décimo sin mirar abajo"
"Pensé en Mario desde que acabé el guion", cuenta Rodrigo Cortés sobre la elección de Mario Casas para interpretar a N en el personaje principal. "Pensé en él de inmediato porque es un actor sensacional y además es un insensato y busca el riesgo como un kamikaze. Sentía que estaba en un momento de su carrera en que iba estar dispuesto a tirarse del décimo sin mirar abajo y sin preguntar si había red, que es exactamente lo que ha hecho. Se ha disuelto en un personaje, ha desaparecido y lo que devuelve es hipnótico".
De igual modo, Mario Casas también lo tuvo claro desde el principio:
Me enamoré lógicamente del guion cuando lo leí, pero yo le había dicho que sí ya a Rodrigo antes de de de leerlo. Al final es uno de esos directores que te llaman y no puedes decir que no
"Y después pues lees el guion y todavía me atrapó más", asegura. A su compañera, Anna Castillo, que encarna a Abril, la hermana y único apoyo de N en la película, le ocurrió exactamente lo mismo: "Me lo pasé genial leyéndolo. Me parecía algo que no había leído, algo distinto. Pero yo también, sin haber leído el guion, ya quería currar con él".
Respecto a la presencia en la ecuación de Martin Scorsese, ambos afrontan con ilusión y cierta incredulidad que un director de la talla del cineasta haya visto y apoyado su trabajo, pero hablan de ello con muchísima humildad: "Es algo que lo pienso y me hace mucha ilusión, pero no lo tengo muy presente. Como que no sé en qué se traduce realmente. Me hace mucha ilusión, pero no lo hemos conocido, así que me cuesta como bajarlo a tierra", explica Anna Castillo. Ambos dudan que eso pueda traducirse en que les ofrezca algún papel. "Es más una cosa para Rodrigo", apunta Mario Casas. "Martin Scorsese ha dicho que sí a un guion, después ha visto la película y ha dicho 'no tengo ninguna nota, voy a poner el presenta'. Yo creo que es algo más para él".
Sin embargo, la realidad es que todos ellos han fascinado a Scorsese:
Él no conocía a los actores, pero se daba perfecta cuenta de que eran extraordinarios y que, a través de ellos, fluía una verdad profunda
El cineasta añade una anécdota que solo se puede entender al ver la película: "También fue muy bonito cuando dijo: 'I love the Antonio Molina scene'. Yo no estaba preparado para vivir en un planeta en el que Scorsese dijera 'Me encanta la escena de Antonio Molina', pero sucedió".
"¿Cómo vamos a contar esto?"
Escape no se parece a ninguna película que hayamos visto antes, pero la realidad es que el punto de partida de la historia de Rodrigo Cortés es una novela homónima de Enrique Rubio de 2022. No obstante, no se trata tanto de una adaptación, como de una fuente de inspiración para el director: "[En la novela] Hay una premisa poderosísima que no me abandonaba, que es la de alguien que quiere dejar de tomar decisiones e ir a la cárcel. Ese motor contraintuitivo me parecía poderosísimo y, por alguna razón no se iba de mi cabeza, así que le dije a Enrique: 'Enrique, si me dejas traicionar la novela, creo que puedo honrarla. Va a ser otra historia, va a ser la historia de un hombre roto que decide bajarse de la vida, de un hombre estropeado como se estropea el mecanismo de un reloj y que cree que tiene derecho a dejar de tomar decisiones y que la cárcel es un sitio tan bueno como cualquier otro para que le digan cuándo levantarse, cuándo acostarse, cuándo cepillarse los dientes, cuándo respirar y cuando no'. Y me dijo: 'Adelante".
Y, desde el principio, ese tono tan único y peculiar de Escape que tiene la capacidad de despistar y fascinar a partes iguales estaba en la mente del cineasta: "El tono es lo que sentía dentro de mí con fuerza, desde el principio. Lo que sucede con el tono, y más cuando es un tono tan fronterizo, es que es difícil de transmitir", admite. "Cuando hemos visto los pases en estas semanas, percibimos que siempre al principio hay pasmo o desconcierto. Luego empieza a haber risas cautas de gente que no está segura de si debe reírse o no, y ya luego hay un momento en que la gente siente que tiene el permiso de reírse".
El tono fue una de las cosas, de hecho, por las que Mario Casas preguntó primero: "Le pregunté: '¿Cómo vamos a contar esto?".
Juntos, trabajaron a N y el resultado no puede ser más excepcional: "Rodrigo nos dio la oportunidad de hacer tomas muy largas. En vez de cortar cuando ya habías hecho la escena, él decidía que desde ensayos ya se rodaba. Entonces era algo como teatral y llega un momento en que tú desapareces y te conviertes en en el personaje", explica el actor sobre un proceso en el que se ha dejado la piel.
Ha sido cuestión de construir. Primero con Rodrigo en los ensayos y después en el rodaje, y tirarme a la piscina, probar cosas
"Una de las cosas que va a pasar con los espectadores que N es muchos Enes", vaticina Rodrigo Cortés sobre el personaje. "N es un ser dañado digno de compasión, y N es alguien que puede producirte envidia deja de tomar decisiones y tal vez todos lo hemos ambicionado en algún momento. Pero N también es un jeta extremo que quiere que otros asuman las consecuencias de sus actos. Y todo es verdad a la vez".
Y justo así es como se siente Casas, quien asegura que siempre trata de no juzgar a sus personajes, pero que el tener sentimientos encontrados también le ha ayudado a trabajarlo: "Es un personaje con el que empatizas al principio. Pobre, lo que ha pasado y lo que ha vivido y no le dejan entrar en la cárcel. Pero realmente yo no acabo de empatizar del todo en cómo es él y en cómo se aprovecha de los demás".
"Yo pensaba mucho en el dolor y en cómo el dolor a veces te coarta de la empatía", reflexiona la actriz. "En hasta qué punto somos merecedores de anclarnos en el dolor sin luchar para salir de él. No saqué mensajes en claro, sino que más bien son como reflexiones y yo creo que cada uno saca las suyas".
Escape ya está en cartelera en los cines de España y apunta a ser una de las grandes películas del año.