El género musical no está muy frecuentado por nuestra industria. Más que no estarlo demasiado, es prácticamente inexistente. Y eso que cuando se ha intentado, ha resultado ser todo un éxito: ahí están El otro lado de la cama y su secuela para atestiguarlo. Luego ha habido otros intentos como Cerca de tu casa, un arriesgado musical sobre los desahucios protagonizado por la espléndida cantante Silvia Pérez Cruz, o la simpática y nostálgica Voy a pasármelo bien, que tomaba como excusa el cancionero de Hombres G para contar una historia sobre la crisis de los treinta.
Ahora llega un musical diferente a todos los que se han hecho en nuestro país, e incluso arriesgado si tenemos en cuenta el género en su totalidad: Polvo serán. Y es que pocos musicales se han atrevido a mirar de tú a tú a un tema que, todavía, sigue levantando ampollas: el derecho a una muerte digna. Tenía que ser uno de nuestros mejores directores, el catalán Carlos Marques-Marcet el que se decidiera a hacerlo.
Además, Polvo serán cuenta con una protagonista de excepción y una de nuestras mejores actrices en activo, la magnética Ángela Molina. Claudia, el personaje al que da vida en la cinta, es una mujer a la que diagnostican una enfermedad terminal. En ese momento, decide emprender su último viaje con destino a Suiza, ya que allí podrá decidir terminar su vida gracias a una asociación de suicidio asistido. Flavio, su esposo, un hombre que no se ha separado de ella en más de cuarenta años, decide acompañarla en un viaje del que, tristemente, volverá solo.
La película, como los anteriores trabajos del director catalán, ha convencido a la crítica tanto nacional como internacional. Por ejemplo, Luis Martínez, crítico de El Mundo, asegura que se trata de un "musical deslumbrante, una tragedia de aire clásico tan profunda en su desgarro; desde Variety lo definen como "un animado musical en el que el director, a través de la música y el baile, logra un nivel de intimidad inusual"; y en Screen Anarchy definen a Polvo serán como una "sutil exploración del amor y la mortalidad, combinando realismo con poéticas secuencias de danza".
Ángela Molina, en la rueda de prensa de presentación de la película en la pasada Seminci, aseguró que su interpretación supuso todo un reto emocional para ella: "Me amo a mí misma en esta historia; cuando mi personaje toma esa decisión, se crea un dilema interno enorme, porque yo también soy madre y sé que mis hijos podrían sentirse desamparados (…) Pienso que la muerte es el mismo viaje para todos y hay tantas muertes como personas. Creo que cada uno tiene que asumir la responsabilidad de esa relación que ha de establecer con la idea real de que tenemos que hacer un camino que se acerca a nuestra propia dignidad y si cabe hacerlo como deseamos y con una sonrisa de agradecimiento, porque la vida y el amor son más grandes que la muerte".
Polvo serán se estrena exclusivamente en nuestras salas de cine el próximo 15 de noviembre.