En una carrera que ya abarca más de cuatro décadas, Tom Cruise no sólo ha producido y protagonizado numerosos éxitos cinematográficos manteniéndose como una de las grandes estrellas de acción, sino que también ha tenido la oportunidad de trabajar con algunos de los más grandes directores de Hollywood. El actor de Top Gun y Misión: Imposible, entre otras, se ha puesto a las órdenes de Steven Spielberg, Martin Scorsese, Brian de Palma, Paul Thomas Anderson y hasta el mismísimo Stanley Kubrick, cuya última película, Eyes Wide Shut, protagonizó con su entonces aún esposa Nicole Kidman.
El actor de 62 años también trabajó en una ocasión delante de la cámara de Ridley Scott, el veterano director de 86 que ahora acaba de estrenar en cines la esperada Gladiator II, secuela de la oscarizada Gladiator 24 años después de la original. Además, Scott es el director de otras grandes películas que son pura historia del cine, como Alien o Blade Runner. Sin embargo, Tom Cruise no recuerda con especial cariño su experiencia bajo las instrucciones del director británico, con quien trabajó en 1985 para la película de fantasía Legend.
La película se trataba de un cuento de hadas fantástico ambientado en un mundo ficticio que está siendo víctima de los planes de un malvado. Con el objetivo de poner el mundo a sus pies y que reine la oscuridad, el Señor de las Tinieblas, interpretado por Tim Curry, amenaza con acabar con todos los unicornios vivos y así a pagar por completo la luz que desprenden. Ayudado de sus secuaces duendes, el Señor de las Tinieblas consigue parte de su objetivo y luego captura al último unicornio vivo y a la joven princesa Lily, sin saber eso le procurará a su mayor enemigo: cuando la información llega al amante de la princesa, el guardabosques Jack al que interpreta Tom Cruise, el joven estará dispuesto a lo que sea por proteger su amor y la luz del mundo.
La película se estrenó en los cines con numerosos retrasos y no fue muy bien recibida por la prensa, pero tampoco la acompañaron sus resultados en taquilla: solo logró recaudar 23,5 millones de dólares, frente a un presupuesto estimado de entre 25 y 30 millones.
En una entrevista con Rolling Stone apenas un año después, el año de la mítica Top Gun, Cruise admitió que Legend fue un error y dejó claro que no quería volver a pasar por una experiencia similar.
"Nunca más querré hacer una película como esa", aseguró
Poco después, en otra entrevista, el actor entró en más detalles y se expresó de una manera mucho más positiva: "Hubo mucha postproducción. Ridley Scott ha realizado una película visual innovadora, parecida a un cuento de hadas. Creo que el estudio pensó que todo era demasiado romántico. En lugar de preparar la película para su estreno, Ridley dijo: 'Está bien, volvamos a trabajarla y le demos un toque más duro'. Fue algo interesante. No sé cómo Harrison Ford pudo hacer tantas películas como ésta. [...] A veces trabajábamos en una escena que quizás solo estuviera en la película durante 30 segundos, pero que tardaría una semana en rodarse. Es impresionante, hermoso y poético, y la mayor parte del tiempo estaba mirando un trozo de cinta negra e imaginándolo todo. Fue emocionante, pero me hizo querer hacer algo como Top Gun".
