Han pasado 8 años desde que la conocimos, pero Vaiana, la princesa Disney que llegó para romper con todos los estereotipos en 2016, no solo sigue siendo uno de los personajes más queridos del estudio de animación, sino que también se ha convertido, junto a su compañero de aventuras Maui o el pollo tontaina Hei Hei, en uno de los más emblemáticos. Y para ello no ha necesitado ser la película más taquillera ni la reina del merchandising, sino algo que le es genuinamente intrínseco: Vaiana, como película y como personaje, es una de las grandes maravillas de Disney y conecta con una amplísima audiencia que incluye a grandes y pequeños.
Vaiana -la primera película, porque en la segunda apunta a que eso va a cambiar- no es la película más taquillera de la compañía y ni siquiera está entre las diez primeras, pero tiene algo muchísimo mejor y prueba irrefutable del cariño que se le profesa: ser la película animada más vista en la plataforma de 'streaming' Disney+, por delante de las milmillonarias Del revés 2, Frozen y la versión hiperrealista de El Rey León.
Ahora el escenario cambia de cara a Vaiana 2: la secuela de la exitosa película de 2016 llega a los cines españoles este viernes 29 de noviembre de 2024 arropada por una sólida legión de fans en todo el mundo que están deseando ver cómo continúa la historia de la valiente aventurera de Motunui.
Tras la dirección de los veteranos de Disney John Musker y Ron Clements en la primera película, en la segunda parte de Vaiana han sido los miembros del equipo de animación David Derrick Jr. y Jason Hand quienes han recogido el testigo, ambos en su debut directorial. Les acompaña, también como directora y guionista, Dana Ledoux Miller. Tres personas que derrochan un amor y pasión por Vaiana que se nota por completo en la película.
En esta nueva etapa, regresamos a Motonui para encontrarnos con una Vaiana más adulta, que ha devuelto a su pueblo su tradición de navegantes y que vive feliz junto a los suyos, entre los que ahora se encuentra su hermana pequeña Simea. Sin embargo, al tiempo que el pueblo de Motunui ha ido explorando su nueva faceta han descubierto nuevas historias y leyendas que revelan que su pueblo sigue estando en peligro: si quieren prosperar, tendrán que romper una maldición que pesa sobre una isla hundida en el Océano, custodiada por un poderoso Dios que Maui conoce muy bien. Y así comienza la nueva aventura de la joven, quien en esta ocasión recluta a una tripulación que la acompañe y que tendrá que buscar a Maui para contar con su ayuda en su misión.
Así, Vaiana 2 ha optado por no arriesgar demasiado y seguir brindando a los espectadores todo lo que hizo grande a la primera película: la trama de la secuela sigue, de principio a fin, una estructura muy similar a la película original, pero aderezada con una perfecta combinación entre lo nuevo y lo antiguo. Por un lado, unos perfectamente escogidos personajes nuevos que se meten al espectador en el bolsillo desde su primera aparición; por otro, la presencia de algunas de las cosas que adoramos en la primera y que ahora podemos conocer un poco más, como la inconfundible tribu de piratas Kakamora.
También han estado a la altura del reto Mark Mancina y Opetaia Foa'i, los compositores y coautores de la banda sonora de la primera película, quienes han regresado en la secuela -con la incorporación de Abigail Barlow y Emily Bear- para componer y escribir un nuevo conjunto de canciones que tienen el listón muy alto. ¿Son tan brillantes -y nunca mejor dicho- como en la primera? Es imposible compararlas, pero de lo que no hay duda es de que Vaiana 2 también ha conseguido mantener su identidad aquí.
Y lo mismo en el aspecto visual: si Vaiana era una auténtico deleite, Vaiana 2 cumple con creces el ya de por sí alto listón. Si me preguntas si Vaiana sigue teniendo el mejor pelo de la historia de Disney, la respuesta en SÍ.
Por último, destacar que, al contrario que la primera, Vaiana 2, nace con vocación de futuro y no lo esconde. No solo su trama, sino su escena postcréditos lo dejan claro: Vaiana ha vuelto para quedarse.
