Auténtica leyenda viva de la historia del cine como artífice de algunas de las mejores películas que existen como Uno de los nuestros, Toro salvaje o Taxi Driver, Martin Scorsese es, obviamente, un amante del séptimo arte. Un auténtico cinéfilo también como espectador y un ardiente defensor del patrimonio cinematográfico mundial a través de su Film Foundation, creada en 1990, y de su programa World Cinema Project, cuyo objetivo es restaurar películas y devolverles el su excelencia como patrimonio mundial.
Como gran amante del cine, Martin Scorsese es toda una enciclopedia y la mejor herramienta para los actores de sus películas para brindar lo mejor de sí mismos, a quienes recomienda obras llenas de influencias y también pide regularmente que vean determinadas películas. Ya sea para nutrir la composición de sus personajes u ofrecer ideas nuevas o y detalles a sus dotes escénicas. Algo de lo que se ha beneficiado mucho, en sus propias palabras, Leonardo DiCaprio, quien se ha convertido en uno de los colaboradores habituales del cineasta.
Pero no es solo Scorsese quien recomienda películas a DiCaprio. De hecho, Letterboxd publicaba el pasado mes de enero una interesante interacción entre ambos en la que actor y director hablaron de las recomendaciones que se habían hecho mutuamente. "Marty, siempre has tenido este proceso increíble para los actores cuando haces una película. Haces proyecciones a las que todo el elenco y el equipo están invitados. Lo que es muy beneficioso para nosotros como actores y que a veces es para el tono general de la película, pero a veces es solo para una escena" contaba DiCaprio. "Me han preguntado qué películas te he presentado yo, pero, considerando que has visto todas las películas que se han hecho hasta 1980, es bastante difícil decirlo", añadió el actor.
Aún así, el ganador del Oscar por El Renacido ha logrado sorprender al cineasta en alguna ocasión, tal y como aseguraría Scorsese recordando que fue DiCaprio quién le introdujo las obras de Hayao Miyazaki, en particular El viaje de Chihiro y La princesa Mononoke. "¡Es El viaje de Chihiro la que me pediste que viera!" respondió Scorsese, claramente emocionado por su descubrimiento.
Estrenada en julio de 2001 en Japón, El viaje de Chihiro disfrutó de un gran éxito en su país de origen, superando a Titanic en el primer puesto de la taquilla de todos los tiempos con más de 17 millones de espectadores registrados a finales de 2001.
A mediados de octubre del mismo año, la película de Hayao Miyazaki se convirtió incluso en el primer largometraje no estadounidense en superar los 200 millones de dólares de ingresos, aunque aún no se había estrenado en Europa ni en Norteamérica. Coronada con el Oscar a la Mejor Película de Animación y también con un Oso de Oro en Berlín, esta obra maestra del Estudio Ghibli también está disponible en Netflix y Prime Video, actualmente.
Más allá de que estas dos obras firmadas por la leyenda de la animación japonesa aparezcan en el panteón personal de las películas favoritas de DiCaprio, no podemos más que admirar una vez más la curiosidad insaciable del cineasta, en cuyo top personal ya hay varias obras japonesas, empezando por la obra maestra de Yasujirō Ozu, Cuentos de Tokio, estrenada en 1953.