No todo el mundo sabe que Flubber, la mítica película de los 90 protagonizada por Robin Williams y un moco verde, realmente se inspiró en una película de 1961 titulada Un sabio en las nubes. ¡Es más! Que esta se basaba en una historia corta escrita en 1943 y que a su vez se inspiraba en un profesor real de Princeton que se hacía llamar "Dr. Boom". En ella, la sustancia provoca que gane una competición de baloncesto en su instituto, hace volar el coche sin conductor y evita un robo. Fue tal éxito que solo dos años después hicieron una secuela, El sabio en apuros, donde, una vez más, la sustancia verdosa le hacía ganar un combate de instituto, hacía volar el coche sin conductor y evitaba un robo. Habría quedado como una curiosidad para la historia, de no ser porque...
Once more with flubber
Llevamos ya dos películas en la que los puntos básicos se han repetido sin ningún tipo de problema. Al fin y al cabo, ¡una era secuela de la otra! Pero en el titular hemos prometido cinco, y cinco tendréis. La siguiente es, de hecho,un clásico, Mary Poppins, escrita por los mismos guionistas que El sabio en apuros, Bill Walsh y Don DaGradi. Bueno, pensad en ella un poco, porque... Hay una vez más un robo (evitado por la magia de Mary), un evento deportivo (una carrera de caballos) y, por supuesto, alguien volando.
¿No estáis convencidos? Hay más. Los mismos guionistas firman en 1968 ¡Ahí va ese bólido!, la primera película protagonizada por el coche Herbie, y Mi amigo el fantasma. Y, ¿adivináis qué? En ambas se repite la misma secuencia de eventos otra vez más. En las dos se compra un objeto normal que tiene un poder mágico, sigue una competición deportiva, aparece un personaje fantástico (en un caso un fantasma, en otro un coche viviente) y finalmente un hombre es perseguido por un coche que no tiene conductor.
Mientras siguiera funcionando la fórmula, ¿qué más da? Si total, en su día Disney reciclaba movimientos y fotogramas de sus películas animadas pero con otros personajes, o reutilizaba las caras de los mismos. Mientras nadie se de cuenta, es nuevo, ¿no?