"El cine español se queda sin una de sus actrices más icónicas, Marisa Paredes", así ha anunciado la Academia de Cine la muerte de la intérprete con 78 años, "que deja tras de sí una larga carrera en la que el público ha podido verla en más de 75 ocasiones en la gran pantalla". La intérprete, nacida en Madrid en 1946, desarrolló una brillante carrera frente a las cámaras, sobre los escenarios y con puestos de autoridad en la industria. Ella fue presidenta de la Academia de Cine entre el 2000 y el 2003.
Premio Nacional de Cinematografía, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, la Gran Medalla Vermeil de la Villa de París, el Fotograma de Plata en seis ocasiones, el Premio de Honor en el Festival de Cine de Astorga y, por supuesto, el Premio Goya de Honor en 2018. Paredes recibió numerosos reconocimientos en vida y era considerada una de las grandes actrices de nuestra época.
A lo largo de su carrera, Marisa Paredes ha trabajado en más de 75 películas, 80 series de televisión y 15 obras de teatro. Se suele señalar Ópera prima (1980), de Fernando Trueba, como la cinta que catapultó su carrera. Ha colaborado con directores de renombre como Pedro Almodóvar, quien la convirtió en una de sus "chicas" más emblemáticas con papeles destacados en películas como Tacones lejanos y La flor de mi secreto.
Gracias a él se le abrieron las puertas al mercado internacional y llegó a trabajar con conocidos cineastas europeos. De este modo, apareció en La vida es bella, de Robeto Benigni -con un papel pequeño pero memorable-, o Profundo carmesí, de Arturo Ripstein -con quien coincidió en El coronel no tiene quien le escriba-. Junto a Guillermo del Toro trabajó en El espinazo del diablo.
Paredes deja pendiente de estreno la película Emergency Exit de Lluís Miñarro, demostrando que ha estado activa hasta el final.
Una mujer de teatro y artes
El teatro ha sido una constante a lo largo de su carrera profesional. De hecho, recientemente lograba gran éxito en el escenario con Hamlet (junto a Eduard Fernández). En este ámbito también ha logrado un gran reconocimiento.
Por otro lado, en su papel como presidenta de la Academia del Cine Español, hizo frente a una época turbulenta y controvertida, puesto que coincidió con el inicio de la Guerra de Irak. Muchos actores españoles se posicionaron totalmente en contra de este conflicto y se manifestaron abiertamente en la gala de los Premios Goya en 2003.