Ahora es imposible que pensemos en los personajes de la trilogía cinematográfica de Peter Jackson siendo interpretado por ningún otro actor, pero la realidad es que, como en cualquier proyecto que implica la participación de tantas personas, hubo cambios, rechazos e incorporaciones de última hora que finalmente se tradujeron en el elenco que acabaría haciendo posible una de las mayores superproducciones cinematográficas de la historia.
Una de las anécdotas más extendidas en lo que se refiere a cambios en el reparto es la que involucra al fichaje de Viggo Mortensen, que se incorporó a última hora para interpretar a Aragorn tras el despido del primer actor contratado cuando ya había empezado el rodaje. Además, también se sabe que el reemplazo le fue previamente ofrecido a Russell Crowe, que había terminado de rodar Gladiator unos meses antes de que comenzase el rodaje de la trilogía y era una de las estrellas del momento.
Crowe rechazó el papel, pero no era hasta hace unos meses que compartió la verdadera razón de su tajante decisión.
"De niño leía mucho a Tolkien, así que me entusiasmé mucho con la idea de El Señor de los Anillos", admitió en el formato "Answers your questions" de la revista GQ donde los famosos responden a las preguntas de los lectores el pasado mes de junio. Sin embargo, tuvo claro que no debía ser parte del proyecto en cuanto habló con Peter Jackson y nunca se ha arrepentido de haber tomado esa decisión:
Tuve la sensación de que era el estudio el que tomaba la decisión, no el director de la película
"Hablé con Peter Jackson por teléfono y no me dijo el tipo de cosas que te dirían los directores si realmente estuvieran tratando de atraerte a un proyecto", aseguró Crowe. "Tuve la sensación de que ya tenía algo más en mente que quería hacer y que mi decisión de decir que sí iba a ser un obstáculo. Porque el caso es que venimos del mismo lugar. Así que si hay un matiz en esa conversación que otras personas pueden no oír, ambos somos neozelandeses y yo sabía, a su manera, sin que él dijera nada negativo, que tenía otro plan, así que me quedé ahí".
Una razón de peso que acabó con Mortensen en el papel de Aragorn y con Russell Crowe libre para otro de los tantos proyectos que haría a lo largo de su carrera, empezando por Una mente maravillosa, que rodó a continuación y que supuso su tercera nominación consecutiva al Oscar a Mejor actor. Lo ganó en la segunda de ellas, en 2001, por Gladiator, el año en que se estrenó La comunidad del anillo.