Hay decisiones que pueden marcar para siempre la carrera de un intérprete y Hollywood está lleno de ejemplos en ambas direcciones: por un lado, grandes oportunidades que se dejaron pasar y, por otro, apuestas acertadas que acabaron traduciéndose en grandes sumas de dinero o popularidad.
Al segundo grupo pertenece sin duda George Lucas, que es el director más rico de la Tierra gracias a una decisión que tomó hace más de 45 años para su imperio de ciencia ficción Star Wars.
El creador de la saga cinematográfica por antonomasia fue nombrado este 2024 por la revista Forbes como la "celebridad más rica del mundo", con una fortuna de alrededor de 5.500 millones de dólares que no debería ser una sorpresa para nadie. La franquicia Star Wars no ha dejado de crecer en sus 47 años de existencia, dando lugar no solo a películas, series, novelas y comics sino a todo tipo de merchandising. El movimiento estrella de George Lucas fue ofrecer un trato al estudio: renunciar al salario de 500.000 dólares que le habían ofertado y cobrar solo 150.000, pero quedándose con los derechos sobre todos los productos de merchandising, así como de todas las posibles secuelas de Star Wars. Te puedes imaginar.
Menos conocida es, sin embargo, la anécdota de que otra de las decisiones tomadas por George Lucas acabó traduciéndose en una enorme cifra de dinero para uno de los actores de la primera película: Alec Guinness, que ya era una leyenda cinematográfica cuando el director le ofreció unirse a Star Wars: Una nueva esperanza (La guerra de las galaxias).
Sin embargo, su salario no es nada comparado con el de una leyenda de Star Wars que hizo una fortuna ya simplemente con su aparición en la primera película, aunque regresaría en las siguientes.
Ganador del Oscar en 1958 por su trabajo en El puente sobre el Río Kwai, el actor británico no estaba muy convencido del guion de Lucas, pero el cineasta estaba tan interesado en él que eso le llevó a cerrar un acuerdo económico que le resultaría muy rentable. "Me han ofrecido una película (20th Cent. Fox) que podría aceptar, si me dan el dinero necesario. Londres y el norte de África, a partir de mediados de marzo. Ciencia ficción, lo que me hace reflexionar, pero la dirigirá George Lucas, que hizo American Graffiti, lo que me hace sentir que debería hacerlo. Un papel importante. Una basura de cuento de hadas, pero tal vez podría ser interesante", escribió en una carta en 1975 que se publicaría en su biografía.
Al final Guinness aceptó después de que 20th Century Fox aceptara su petición de duplicar la oferta inicial y, ya de paso, agregar un 2 por ciento de los ingresos brutos finales, con Lucas aportando otro 0,25% como gesto de buena voluntad una vez que terminara el rodaje.
Casi cinco décadas después, está claro que el movimiento fue de lo más ingenioso. Star Wars: Episodio IV - Una nueva esperanza terminó recaudando 775 millones en todo el mundo, que es una locura para una película de 1977 y que encima solo había costado 13 millones. Así, el británico terminó ganando más de 7 millones de dólares de las ganancias de la película y aproximadamente 95 millones para cuando falleció a la edad de 86 años en 2000. Una cifra que nos hace abrir aún más los ojos su pensamos que Guinness solo tiene 20 minutos de tiempo en pantalla.
Interpretando a Obi Wan-Kenobi, eso sí, que es uno de los personajes más icónicos de la franquicia.