Imagina estar en una sala oscura, solo tú y el sonido de una batería tocada por alguien que se enfrenta a una carrera contrarreloj. Cada golpe es un paso más hacia el éxito, pero también hacia un precipicio. Esta historia está en Netflix, ganó 3 premios Oscars y dio a conocer a su director bajo el título de Whiplash, película que es la antesala de uno de los filmes más nominados de la historia del cine.
Si el nombre de Damien Chazelle te resulta familiar, es porque más tarde dirigió La ciudad de las estrellas. La La Land, la cinta protagonizada por Emma Stone y Ryan Gosling que arrasó en los Oscars con 14 nominaciones y 6 estatuillas. Pero mucho antes de los sueños de jazz y amor en Los Ángeles, Chazelle ya había demostrado su talento con Whiplash.
Su segundo trabajo como director se centra en Andrew Neiman (Miles Teller), un joven baterista que aspira a ser uno de los grandes del jazz. Andrew comienza a estudiar en el conservatorio más prestigioso del país, donde su talento llama la atención del temido profesor Terence Fletcher (J.K. Simmons). Fletcher, conocido por su brutal estilo de enseñanza, empuja a sus estudiantes más allá de los límites del agotamiento físico y emocional. Para Andrew, esta relación se convierte en una guerra mental entre el arte y la autodestrucción.
Sony Pictures Classics
La obra de Chazelle obtuvo cinco nominaciones en los Premios de la Academia y se hizo con tres de ellos: Mejor Actor de Reparto (Simmons), Mejor Montaje y Mejor Sonido. Las interpretaciones de Teller y Simmons lograron que la tensión de Whiplash traspasase la pantalla, haciendo que los espectadores se estremeciesen al borde del asiento durante sus casi dos horas de duración. Por si no fuera poco, la película fue un éxito rotundo tanto en crítica como en taquilla, consolidando a Chazelle como una de las grandes promesas del cine, quien también estuvo a punto de ganar en las categorías de Mejor Película y Mejor Guion Adaptado en los Oscars.
Grandes cineastas como Christopher Nolan expresaron su admiración por la película tras su estreno en 2014. El director de Interstellar la ha descrito como una película "increíblemente bien construida", confesando sentir celos del nivel de precisión y fuerza narrativa que Chazelle logró en cada escena. Así, Whiplash se convirtió en una fuente de inspiración tanto para directores ya establecidos como para directores emergentes, algo que Chazelle solo podía imaginar cuando debutó con Guy and Madeline on a Park Bench en 2009.
Solo tuvieron 30 minutos para rodar la escena, pero es una de las más icónicas de la historia del cineCon un 94% de puntuación en Rotten Tomatoes, cada elemento de esta película está diseñado para dejarte sin aliento. ¿Hasta dónde estarías dispuesto a llegar por cumplir tus sueños? Si aún no has visto esta joya, solo tienes que acudir a Netflix.
