Hace 45 años que John Wayne falleció y tres años antes había dejado de hacer películas, pero en todo este tiempo no hay ningún otro intérprete que haya podido arrebatarle el récord de ser el actor que ha interpretado más papeles protagonistas de la historia. La extensa carrera cinematográfica del actor, apodado como "El Duque", se extendió durante cinco décadas, en las que interpretó más de 175 papeles, siendo especialmente icónico dentro del género wéstern, en el que trabajó durante una larga etapa de su vida, a menudo bajo las órdenes de su amigo el director John Ford.
Sin embargo, a pesar de su extensa trayectoria cinematográfica y de la importancia de su figura en Hollywood, John Wayne solo ganó un Oscar a Mejor actor a lo largo de toda su vida: ocurrió casi al final, en 1970, por la película Valor de ley, aunque había estado nominado en dos ocasiones previamente. Curiosamente, si Wayne no hubiera rechazado una interesante propuesta en 1949, es muy probable que su primer Oscar hubiera llegado 20 años antes.
Nunca puede saberse a ciencia cierta qué hubiera pasado, pero en 1949, el director Robert Rossen le pidió que desempeñara el papel principal en un drama con tintes políticos llamado El político, una película en la que un político honesto e íntegro, procedente de un entorno rural, se convierte en gobernador de su estado aceptando compromisos y alianzas que le separan de su familia y de sus antiguos asociados. La película examinaba la corrupción que a menudo puede surgir del poder y cómo la ambición y el ego pueden acabar con los principios de una persona.
Una película "antipatriótica" a ojos de John Wayne que le disgustaba por completo y que rechazó para sumarse a un proyecto más acorde a sus ideales: en su lugar, John Wayne hizo la película de guerra Iwo-Jima dirigida por Allan Dwan, una película patriótica que destaca los sacrificios estadounidenses durante la batalla de Iwo Jima en la Segunda Guerra Mundial. El papel de El político fue aceptado por Broderick Crawford y ambos fueron nominados al Oscar por sus interpretaciones.
En la ceremonia de los Oscar de 1950, John Wayne, que había sido nominado por primera vez en su carrera, se llevó un importante disgusto. En la categoría también competían Kirk Douglas, Gregory Peck, Richard Todd y Broderick Crawford, siendo este último quien se llevó el premio.
"Supongo que nunca me eligen porque el tipo de actuación que hago no es considerado actuación por nadie. Dirían: 'Bueno, es sólo John Wayne siendo John Wayne. No está actuando'", comentó tras perder. "No me habría importado perder tanto si hubiera ganado cualquier otro. [La película] difama la maquinaria del gobierno sin ningún propósito de humor o iluminación… degrada todas las relaciones… y arroja ácido sobre el estilo de vida americano".
En ese momento, Wayne llevaba actuando en papeles protagónicos desde 1930, casi veinte años, e Iwo-Jima fue su primera nominación al Oscar al Mejor Actor. Finalmente fue nombrado nuevamente en 1961, como productor, para el western El Álamo, que también había dirigido y protagonizado y más adelante, en 1970, por el papel en Valor de ley que finalmente le valió, a la edad de 63 años, el premio que tanto había deseado toda su vida.