Conocimos a Kate Winslet cuando apenas tenía 20 años y no estaba en absoluto consolidada en Hollywood. La británica había encadenado varios papeles en series de su país cuando dio el salto a la gran pantalla y Titanic pronto se metió en su camino. 30 años de carrera, un Oscar y cinco Globos de Oro después, la actriz se ha atrevido con un nuevo reto.
Según se ha anunciado, Kate Winslet será, por primera vez, la directora de un largometraje para Netflix titulado Goodbye June, del que ya se conocen algunos detalles.
Winslet también producirá y actuará en la película, que ya ha formado su reparto. Toni Collette, Johnny Flynn, Andrea Riseborough, Timothy Spall y Helen Mirren serán los actores protagonistas de este drama familiar. Goodbye June se centrará en una familia desestructurada. La relación entre un grupo de hermanos está fracturada, pero tienen que volver a unirse y ponerse de acuerdo en unas "circunstancias repentinas y difíciles". Lo definen como un drama "conmovedor pero divertido".

El guion corre a cargo de Joe Anders, el hijo que Winslet comparte con su ex marido Sam Mendes. Anders ha acompañado a sus padres en varias de sus producciones. Fue, por ejemplo, un soldado en la cinta bélica de su padre 1917. También actuó en la serie de su madre I am Ruth. Y, más recientemente, ha aparecido en Lee Miller, cinta que Winslet produce y protagoniza.
El pasado otoño Winslet habló sobre la posibilidad de ser directora en el podcast How to Fail. "Mucha gente me dice en los sets -gente con la que trabajo y que conozco bien, ya sea un actor o un miembro del equipo-: '¿Por qué no estás dirigiendo?' y yo les digo: 'No, no, no, por favor no lo digas. Deja de decirlo. ¿Por qué todo el mundo sigue diciéndolo?'. Pero cuanto menos lo hago ahora, con la necesidad de cambiar la cultura, más siento que en realidad estoy decepcionando a otras mujeres al no hacerlo. Realmente estoy empezando a sentirlo de una manera bastante fuerte".
Desde su debut cinematográfico en Criaturas celestiales (1994), Kate Winslet se ha consolidado como una de las más grandes de su generación. Tras su legendario papel como Rose en Titanic (1997), Winslet decidió optar por papeles en producciones más pequeñas, en lugar de dejarse llevar por los 'blockbusters' de Hollywood. Así construyó su reputación con la crítica, que la alabó por papeles como el de Quills (2000) o Iris (2001).
La filmografía de Winslet ha sido una decisión estratégica tras otra y una consecución de buenos papeles y elecciones. Así es como se ha convertido en una de las actrices mejor valoradas de su generación y una apuesta segura en largometrajes y series de televisión.