Este año se cumplen 40 años del estreno de la primera película de la saga y Regreso al futuro puede presumir no solo de ser una de las más famosas sagas de ciencia ficción de la historia, sino de haberse mantenido absolutamente intacta. Libre de remakes, reboots y secuelas. Robert Zemeckis y Bob Gale cerraron una etapa con la tercera película en 1990 y les quedó una trilogía realmente redonda, adorada por varias generaciones y que es parte indiscutible de la cultura popular.
Sin embargo, aunque Regreso al futuro nos evoca diversión, aventura y mucho buen rollo, lo cierto es que la saga no estuvo exenta de vivir algunos problemas. Empezando por el más conocido de todos, que fue el despido del actor protagonista cuando ya había rodado prácticamente por la totalidad de sus escenas. Probablemente la polémica más desagradable a la que tuvo que hacer frente el equipo de Regreso al futuro fue la que tuvo como protagonista a Crispin Glover, el encargado de interpretar al padre de Marty, George McFly, en la primera película.
Lo que terminó con Glover fuera de la saga en la segunda película fue un desacuerdo en las condiciones económicas: la primera entrega había sido un auténtico éxito, así que Glover pidió un considerable aumento de sueldo que los creadores no estaban dispuestos a pagarle. Así, el actor no firmó contrato para regresar y la producción fichó a otro actor para encarnar al personaje, igual que tuvo que hacer con Elisabeth Shue, que sustituyó a Claudia Wells en el papel de Jennifer.
Sin embargo, en el caso de Crispin Glover el asunto no quedó ahí. El equipo trató de disimular el cambio de actor intentando que Jeffrey Weissman se pareciera a Glover utilizando prostéticos y lo consiguieron, pero Glover acabó denunciando y ganando, convirtiéndose en un caso clave en los derechos de imagen de los actores.
No obstante, parece que trabajar con Glover tampoco era precisamente una fantasía para el equipo, tal y como explicó el cocreador de la saga Bob Gale en una entrevista con The Hundreds, en 2015:
"[Crispin Glover] Tenía mucho talento. Su actuación era fantástica. Pero lo que aún le faltaba eran las habilidades técnicas que un actor necesita para saber cómo dar en el blanco, para saber cómo hacerlo exactamente de la misma manera, para hacer sus movimientos físicos de la misma manera en cada toma", recordaba el guionista 30 años después.
Tuvimos muchas situaciones en las que no daba en el blanco correctamente o simplemente no tenía la disciplina que necesitábamos. Así que tuvimos que presionarlo mucho. Lo más difícil fue conseguir que, al final de la película, se pusiera ese polo, llevara la raqueta de tenis y actuara como un hombre exitoso de los suburbios que vive con su familia. Simplemente no quería hacerlo
Eso sí, aquella no fue la razón por la que Glover no regresó, ya que, al margen de reconocer que hubo problemas, Gale asegura que le pidieron que regresase en la segunda película:
"Le ofrecimos a Crispin volver y formar parte del equipo, y él pensó que valía mucho más dinero del que nosotros creíamos", sentenció Gale. "Así que todo era cuestión de dinero y no queríamos pagarle tanto como él quería. Sabíamos esto desde el principio, así que en la segunda parte, toda la historia de George McFly siendo asesinado por Biff en el extraño 1985, surgió porque esperábamos que no estuviera en la secuela".