Solo hay 8 cámaras IMAX en todo el mundo y 3 fueron destruidas por el mismo director: no hace falta que digamos quién es
Sara Heredia
Sara Heredia
-Redactora jefe SensaCine
Cargada con una mente abierta y mucha curiosidad, explora cualquier documental, película, serie y miniserie que empiece a hacer ruido.

Después hizo una trilogía de 1.000 millones de dólares, así que todo bien

Christopher Nolan es conocido por su visión única a la hora de rodar películas. Huye del CGI siempre que puede y odia los rodajes cómodos. Él siempre prefiere empujar los límites e ir más allá para dar con el mejor resultado en la pantalla grande. Y si eso requiere romper una de las mejores cámaras que existen -no una, sino tres veces- lo hará porque sabe que el proyecto va a responder en taquilla.

A Nolan le encanta filmar con cámaras IMAX, ya que tienen una resolución mayor que otros equipos, pero son más pesadas y delicadas, por lo que hay que trabajar con ellas con mucho cuidado. Cada una de ellas cuesta unos 500.000 dólares, un gasto extra en caso de tener que reemplazar alguna de ellas que ninguna producción querría asumir, pero que para el director de Oppenheimer son gajes del oficio. Al fin y al cabo, ha destruido tres de ellas durante sus rodajes.

Ocurrió por primera vez con El caballero oscuro. En aquella época era muy raro rodar en IMAX y solo había 4 cámaras de este tipo para toda la industria cinematográfica, por lo que recurrió a ella para secuencias muy concretas, que solían ser las que contenían más acción y necesidad de efectos visuales. En total, unos 28 minutos - de las dos horas y 32 minutos de la cinta- se rodaron con IMAX, lo que revolucionó por completo la profesión.

Una de las secuencias estrella es la persecución en pleno Gotham, que, por supuesto, Nolan rodó en las calles reales de Chicago. El director utilizó las cuatro cámaras IMAX que existían en todo el mundo para asegurarse un buen encuadre, pero el camión que usaban en la escena volcó y acabó estrellándose contra uno de esos equipos.

Warner Bros.

Si había usado la tecnología IMAX para El caballero oscuro, por supuesto tenía que volver a recurrir a ella para la secuela, La leyenda renace. Al final de la cinta hay una enorme pelea entre el ejército de Bane y las fuerzas del orden de Gotham y Nolan quería que todo saliese a la perfección, así que utilizó cámaras IMAX. De nuevo, un vehículo no pudo esquivar el equipo y se hizo añicos.

La culpa aquí la tiene la doble de acción de Anne Hathaway, que se acercó demasiado a la cámara y los operadores no pudieron alejarse con rapidez antes del accidente. Por suerte, nadie resultó herido, pero otros 500.000 dólares fueron destruidos.

Y la tercera cámara que Christopher Nolan ha destruido fue en Dunkerque. Como es una cinta bélica que transcurre en su mayor parte en las cabinas de los aviones o en pleno conflicto, el cineasta se hartó de utilizar el IMAX y pudo ir más allá de lo que había ido nunca. Nolan ató una cámara a un avión en una escena en la que éste se estrellaba contra el mar. No esperaban destruir el equipo, pero el avión se hundió al instante y la cámara se fue con él al fondo del mar. Tardaron 90 minutos en recuperarla y, por suerte, la escena pudo utilizarse en la película.

Él asegura que la propia compañía ha perdonado todos sus destrozos y, como sus producciones arrasan en taquilla, los estudios le siguen dejando que juegue con el IMAX.

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