El 2008 está resultando definitivamente terrible en lo que a fallecimientos de estrellas del séptimo arte se refiere. Ojo a la lista: Roy Scheider , Arthur C.Clarke, Richard Widmark, Jules Dassin, Rafael Azcona, Charlton Heston, Sydney Pollack, Mel Ferrer, Eva Dahlbeck, Brad Renfro, Kon Ichikawa, Anthony Minghella , Heath Ledger, Dino Risi, Stan Winston... y ahora Cyd Charisse.
Nacida en 1921 en la pequeña localidad de Amarillo, situada en Texas, la actriz y bailarina Cyd Charisse empezó en el mundo del cine de la mano de Michael Curtiz y George Sydney. El éxito le llegaría a los 31 años cuando participaría en una de las películas cumbre del cine músical norteamericano: Cantando bajo la lluvia, rodada en 1952 por Gene Kelly y Stanley Donen.
Vivir bailando
Desde entonces Charysse asentaría su presencia en Hollywood a través de un seguido de películas musicales donde dejaba claro de su virtuosismo con el baile. Ya fuera con el gran Gene Kelly o con el clásico Fred Astaire, la actriz texana deslumbró a propios y extraños con películas tan espectaculares como Melodías de Broadway (1953), Brigadoon (1954) o Siempre hace buen tiempo (1955).
Fuera del género musical la actriz dio buena prueba de sus aptitudes dramáticas en dos obras maestras de la talla de Chicago, años 30 (1958) de Nicholas Ray y Dos semanas en otra ciudad (1962) de Vincente Minelli.
En los años 70, con la defunción oficial del cine clásico norteamericano, su figura caería en el olvido, y la mítica actriz sólo participaría ocasionalmente en series televisivas -de 'Vacaciones en el mar' a 'Frasier' como estrella invitada.
Cyd Charisse nos dejó ayer a todos un poco más solos.