Fideos instantáneos, panecillos hervidos, caligrafía, acupuntura, fuegos artificiales, montañas sagradas y flautas de bambú. No sólo hay pandas y kung-fu en la nueva película de animación de Mark Osborne y John Stevenson que se estrena en nuestro país el viernes 11 de julio. En este sentido, cabe destacar que Kung Fu Panda, película que ha superado los 100 millones de yuanes (9,3 millones de euros) de recaudación en China, no ha dejado indiferente a la población de este país.
"¿Por qué los chinos no podemos hacer una película tan buena con elementos tan chinos?", se preguntaba el director Chuan Lu. El director de 'Xun qiang / The Missing Gun' se une así a la polémica en torno al film americano que fue iniciada por el artista contemporáneo Zhao Bandi cuando denunció públicamente el intento estadounidense de lucrarse con símbolos chinos y recordó que detrás de la productora Dreamworks está Steven Spielberg, el cual había renunciado a participar en la ceremonia de inauguración olímpica.
¿Nuevas políticas para el cine chino?
Y aunque China sólo permite estrenar 20 películas extranjeras al año, 'Kung Fu Panda' se incluyó entre ellas y parece haber sido un acierto ya que artistas, críticos e internautas han acogido de buen grado esta historia de superación del panda cocinero que sueña con ser maestro de artes marciales.
Esto ha permitido movilizar a ciertos sectores de la sociedad como la Conferencia Política Consultiva del Pueblo Chino, la cual, en este sentido, ha declarado recientemente que en China faltan productores arriesgados y sobran controles estatales.
M.D. (Fuente: El Periódico)